Uno de los puntos clave de la reforma laboral que entró en vigor el pasado año era el de acabar con las contrataciones temporales e impulsar el número de contratos indefinidos firmados en España. No obstante, la situación ha sido bien distinta y lo que han aumentado han sido los contratos ‘fantasma’, que han ascendido hasta los 4,7 millones, representando el 67% del total de los que se firmaron.
De este modo, en esta categoría ‘fantasma’ englobaríamos a todos aquellos trabajadores que han firmado un contrato indefinido, pero que no han llegado a ejercer su empleo como tal, llegando a desaparecer dichos acuerdos.
La calidad del empleo en nuestro país sigue siendo un grave problema que el Gobierno no es capaz de atajar de raíz, ya que una contratación indefinida debería ir ligada a mejores condiciones (mayor indemnización por despido o incremento en la cotización), pero la realidad es bien distinta.
Por consiguiente, la calidad de un contrato indefinido se encuentra en el punto de mira, ya que cualquier asalariado necesita firmar tres contratos para pasar a ser indefinido. Ahora bien, en 2021 había una brecha de 1,67 millones de contratos fijos ‘fantasma’, mientras que un año después se ha elevado hasta los 4,73 millones.
El Ejecutivo, optimista
A pesar de todo, desde el Gobierno se muestran satisfechos por haber creado empleo más estable y de mayor calidad, pues en 2021 se precisaban una media de 4,7 contratos para ser asalariado indefinido. Se responde así desde el Ejecutivo al Informe presentado por los expertos de Fedea y BBVA Research.
No obstante, no es muy práctico combinar en el mismo análisis los datos registrados por el SEPE y la afiliación media al Régimen General de la Tesorería General de la Seguridad Social, tal y como hizo el Ministerio de Trabajo y Economía Social y el de Inclusión y Seguridad Social en octubre.
Según datos de la Seguridad Social, 2022 se cerró con 2,29 millones de afiliados de media, más que a cierre de 2021, lo que representa un notable incremento especialmente en trabajadores a jornada completa, lo que se cuantificaba en un 53,8%. Sin embargo, el número de trabajadores a tiempo parcial fue del 26,4% y de fijos discontinuos del 19,7%. Todo ello demuestra que la jornada completa cae en 19 puntos sobre los contratos indefinidos.
El número medio de afiliados a la Seguridad Social en 2022 fue de 20.296.271 cotizantes, ganando un 2,4% más de ocupados y siendo el segundo mayor incremento anual experimentado desde 2018, cuando se sumaron 564.000 trabajadores. Se trata del segundo ejercicio consecutivo en el que el empleo no para de crecer, después de que la pandemia acabase en 2020 con 360.105 puestos de trabajo.
El Gobierno recogió los datos del desempleo en diciembre, destacando un descenso del -1,52% (43.727 personas) y alejándose de la barrera de los 2,9 millones de personas desempleadas. Además, las cifras de paro interanual descendieron, con respecto a 2021, en un -8,64%, a pesar de seguir estando sumergidos en un contexto de incertidumbre económica.
2022 en cifras
En 2022 se llegaron a firmar 7,07 millones de nuevos contratos indefinidos, 4,9 millones más si lo comparamos con las cifras de 2019. Los fijos discontinuos tienen mayor peso sobre los nuevos contratos (33%) que entre los nuevos afiliados (19,7%). Esos fijos discontinuos son los que poseen una mayor brecha de contratos ‘fantasma’, ya que hay 451.666 nuevos afiliados, pero se han firmado 2,32 millones de contratos. Por consiguiente, la modalidad indefinido ‘fantasma’ supera en 1,87 millones a los indefinidos a jornada completa (que son 1,73 millones).
La calidad laboral de los trabajadores fijos discontinuos, a diferencia de los indefinidos convencionales (a jornada parcial o completa) ha empeorado considerablemente. Así pues, los indefinidos a tiempo completo han caído del 61,2% (de 2021) al 42% (de 2022), mientras que los de jornada parcial han pasado del 26% al 24%. Por su parte, los fijos discontinuos se han incrementado del 19% al 33%. Todo ello demuestra que la calidad del empleo se medía con mayor rigurosidad antes que después de la reforma.
Datos de afiliación a la Seguridad Social
A principios de enero comparecía Borja Suárez, secretario de Estado de la Seguridad Social y Pensiones, para realizar el balance del año 2022, el cual se cerraba con 20.310.799 afiliados, superándose en un 3,9% las cifras cosechadas en 2021 e incluso en un punto porcentual el promedio de 2017-2019 que registró un crecimiento histórico. En diciembre, el número de afiliados en términos desestacionalizados retrocedió en 8.347 respecto a noviembre.
El Ejecutivo presume que en el primer año completo de aplicación de la reforma laboral se ha impulsado la contratación indefinida en comparación con niveles anteriores a la norma, siendo el número de afiliados con contrato indefinido de 2,3 millones. De ellos, tres de cada cuatro menores de 30 años han conseguido firmar un contrato indefinido (76%), cerrándose el año con 807.836 jóvenes indefinidos más que en 2021.
Las actividades económicas más productivas fueron los sectores de la Informática y las Telecomunicaciones, que cuentan con un 8,7% más de afiliados, seguidos de las actividades profesionales científicas y técnicas, que incrementaron en un 5,3%.
Pero no hay que descuidar las cifras de contratos indefinidos ‘fantasma’, es decir, todos aquellos que no llegaron a efectuarse y que desde el Gobierno no se registran como tal.