El nuevo Informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y de Eurostat, la agencia de estadísticas de la Unión Europea (UE), Entrepreneurship at a Glance 2012, nos da datos del desarrollo del labor emprendedor en varios países y, cuando peor lo necesita, España destaca por estar hacia la cola de los países comparativos.
Relata como el aceso a finanzas, las condiciones económicas, los marcos regulatorios y las percepciones culturales pueden impulsar o frenar la actividad emprendedora. Como ya he dicho en estas páginas:
Lo que necesitamos es liberar a los sectores creativos y a las inversiones privadas para que inviertan, impulsen el crecimiento y crean trabajos.
El nuevo gobierno español dice que le interesa impulsar la actividad privada y fomentar la labor empresarial pero, cuando anuncian que piensan introducir medidas para facilitar la creación de nuevas empresas y para liberalizar su actividad, también anuncian que no lo harán todavía. Esa no es la forma de hacer, es sólo hablar de hacer y demuestra que, o no entienden la importancia de verdad de la labor empresarial o no se enteran de la urgencia de medidas efectivas necesarias o no tienen ni idea de lo que es una medida efectiva.
Como vemos en el primer gráfico, el desarrollo de la creación de nuevas empresas continúa en los países comparativos y España sigue demostrando su debilidad aunque sea uno de los países que más lo necesita, con el nivel de desempleo a niveles de escándalo, como dice Marco Antonio. Por eso es tan importante la creación de nuevas empresas, ya que nuevos proyectos crean empleo, como mínimo del nuevo emprendedor y quizás algún trabajador más. Si añadieran entre sus medidas proyectos, como he detallado, para emplear a los jóvenes desempleados, donde España también lidera, pues mejor.
También me gustó el cuadro (ver segundo cuadro) que demuestra el cierre de empresas, ya que facilitar la apertura de empresas y dinamizar el sector implica también estar igual de abiertos al cierre de empresas. Este es otro tema pendiente en España donde el cierre de una empresa, no sólo se ve como un fracaso personal y emocional, pero trae consigo cargas legales, fiscales y financieras que son barreras muy importantes para los que quieren iniciar algo.
Muchos piensan que los gobiernos deben gastar el dinero que sea para que vuelva la actividad económica y supongo que piensan que la economía inundada de liquidez es la forma de que todo vuelva a la senda buscada, que volverá el consumo, que volverá a la inversión y que volverá a la creación de trabajos, etc., todo con dinero público. Que no se haya visto nada de todo esto pero si hemos visto los altos déficits y las crecientes deudas estatales, que han llevado a países al borde de la bancarota, parece que no es suficiente evidencia de que este camino no funciona.
Al contrario a la continuación o el reforzamiento de estos gastos billonarios de los Estados, la mejor forma de conseguir más inversión, más trabajos y más consumo, es que empresas quieran invertir y que nuevas empresas se establezcan. Esto se consigue bajando las barreras, tanto a la creación de nuevos proyectos empresariales, como al cierre de empresas y proyectos que no funcionan. Un sector más dinámico resultará en más inversión, más creación de empleo, más sueldos, y más actividad de la economía. Lo que buscamos todos y la forma más efectiva de conseguirlo no es endeudar a los Estados hasta las cejas.
Desgraciadamente, no es la primera vez que digo en estas páginas que España fracasa en la creación de nuevas empresas. Ya que los políticos quieren hacer algo, que sea enfocarse en las muchas cosas que pueden hacer para eliminar los obstáculos al emprendimiento e incentivar su desarrollo. Veríamos mejores y más rápidos resultados que el camino que se ha seguido desde que estalló la crisis.
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