En estas páginas he hablado muchas veces de la importancia del labor empresarial y de lo bueno que es para una economía que sea muy vibrante en términos de la apertura de nuevos negocios y, por qué no decirlo, el cierre de algunos de estos. Como se puede esperar, no todos los proyectos empresariales van cómo uno espera o como uno planea, y muchas veces importa poco que se haya estudiado el proyecto hasta la saciedad.
Eso no quiere decir que no se debe hacer el trabajo previo, pero puede que las cosas no vayan como uno planeó. Es posible que las cosas resulten mejor de lo esperado pero también es posible lo contrario, que no arranquen tan bien como uno esperaba o como uno quería. Por eso es tan importante estar preparado por los inevitables cambios y, en lo malo, estos pueden ser retrasos, obstáculos y problemas, y hay que hacer frente a estos problemas estando preparado todo lo posible.
Además, si los ingresos tardan en llegar, hay que estar preparados para cubrir los gastos que inevitablemente se están generando para hacer cumplir el sueño. Para ayudarnos a hacer frente a estos contratiempos financieros, nos dan unos consejos de cuánto se recomienda tener como reserva financiera. Los consejos que nos dan, y que nos explican en el artículo vinculado, son los siguientes:
- Seis meses de ahorros para una emergencia.
- Adicionalmente, doce meses de gastos para vivir.
- El primer año de los gastos proyectados de tu empresa cubiertos.
Parece mucho dinero y supongo que muchos lo utilizarán como excusa para no lanzarse. Hay que estar preparado, por supuesto, pero preparar y preparar es el camino a no hacer nada.
Vía | Washington Post (en inglés)
En El Blog Salmón | Si el gobierno quiere ayudar a emprender mejor de esta forma