No creo que descubramos nada a nadie si decimos que el mundo de la microinformática (y cada vez menos micro) está dominado por dos marcas: la todopoderosa Intel, con un 80% aproximado de cuota de mercado frente al 20% de su rival, Advanced Micro Devices, Inc, más conocida como AMD y que hasta Diciembre del año pasado contaba con un 25%. Durante años hemos estado acostumbrados a constantes pruebas de rendimiento que demostraban si el Pentium de turno era superior o inferior a su contemporáneo K6, y actualmente vivimos una confusa eclosión de modelos: entre Celerones, Core Duos, Athlones, Centrinos o Turiones hay que hacer casi un master para comprarse un portatil.
El caso es que AMD ya ha interpuesto varias demandas en Estados Unidos, Japón o sudamérica por supuestas prácticas monopolísticas de su rival, del que dicen ofrece descuentos desproporcionados a los ensambladores para que utilicen su marca en exclusiva o utiliza todo su poder de mercado contra los que optaban por AMD. Hasta ahora AMD no había conseguido llevar a juicio a Intel, que acusa a AMD de esconder en los tribunales una inversión "raquítica" en desarrollo, pero las cosas podrían cambiar: la Comisión Europea en su papel de máximo regulador europeo ha admitido que lleva tiempo investigando a Intel y ahora afirma haber enviado una declaración de objeciones. Intel se defiende afirmando que que la caida de penetración de AMD se debe a la mayor potencia de la última gama de procesadores de doble núcleo de Intel y al recorte de precios de los mismos, ya que históricamente AMD ha sido siempre sensiblemente más barato que su poderoso rival.
Entre las acusaciones históricamente presentadas por AMD en EE.UU. o Japón se encuentran:
- Coacción a frabricantes para retirar de sus catálogos y páginas web los modelos con procesadores AMD a cambio de proveer de fondos a dichos fabricantes
- Ejercer presión sobre clientes para que no asistan a eventos y presentaciones de AMD
- Pago de grandes cantidades de dinero a cinco importantes fabricantes de computadoras (NEC, Fujitsu, Toshiba, Sony e Hitachi) bajo la condición de que se negaran a adquirir procesadores AMD.
Personalmente, opino que, independientemente de la decisión que tomen los tribunales, si realmente se demuestra que Intel ha mantenido esta estrategia habrá que ver cómo justifican la misma ante los consumidores y cómo relacionarán lo que hacen entre bastidores con la imágen de progreso, colaboración y buen rollo que nos venden en los anuncios. Supongo que, como en política, lo primero será negarlo todo con insistencia a ver si pasa el temporal...
Vía | Vnunet Más información | historia Intel vs AMD, AMD demanda a Intel en EEUU, AMD demanda a Intel en Japón,