Daimler, anteriormente Daimler Benz, acaba de anunciar un par de inversiones multimillonarias para expandir su capacidad y para mejorar su calidad. Buenas noticias para un sector que está recibiendo muchos palos.
La mala noticia para muchos países es donde efectuarán estas inversiones.
Los €600 millones que van destinados a mejorar la calidad de una de sus plantas en Alemania, la de Rasttat, no sorprende, ya que es su país de origen y el nacionalismo todavía cuenta en el sector automovilístico.
Lo que más llama la atención son los €800 millones que invertirán en un país nuevo, en Kecskemét en Hungría, que será su primera inversión en el este de Europa.
Esta inversión tiene el objetivo de ampliar la capacidad de producción de sus modelos Clase A y la Clase B y para ampliar modelos, y se estima que creará 2.500 puestos de trabajo.
Lo están presentando como un intento de abrirse el mercado de la zona este. No obstante, cuando estén produciendo a costes más asequibles que en sus plantas en el occidente, ¿cuánto tardarán en darse cuenta de que es mejor traerlos de allí?
Con este anuncio vemos una confirmación más de que las plantas localizadas en países viejos tienen sus días contados.
Vía | Autoindustria y Terra En El Blog Salmón | ¿Podría Daimler comprar SEAT?