Me había hecho la promesa de no volver a aburrir a los lectores de El Blog Salmón sobre Saab, pero he leído un artículo que me ha obligado hablar sobre como han gestionado la marca Saab en los últimos años.
Bien, en ese artículo comenta como los fanáticos de Saab adoran sus vehículos y como les encanta todo lo que salga de su fábrica. Cuando Saab estuvo a punto de caer, sus fans empezaron a quejarse, con sorpresa incluso de la propia Saab. De hecho, muchos afirmaban que nunca comprarían un vehículo de General Motors si Saab desaparecía por su culpa.
Además el articulista comenta que la propia leyenda de Saab no se la creían ni los propios encargados del marketing de esta empresa. Se comportaban como si les hubiera tocado bailar con la más fea. Es aquí donde empiezo a sospechar que hubo mala gestión. Tenían una marca con seguidores devotos, pero no parecían darse cuenta.
Porque se me ocurre una empresa que también estuvo a punto de caer, una empresa que se mantuvo muchos años con productos de nicho en un mundo competitivo y de bajos márgenes. A pesar de ello sus incondicionales estaban encantados con ella. Con el tiempo volvió a surgir después de llegar a un punto muy bajo y se convirtió en una estrella, rompiendo records de beneficios a pesar de la crisis.
¿Podría convertirse Saab en Apple de los coches? ¿Podría convertirse en el líder de una industria con todo el mundo siguiendo sus pasos? La base de consumidores no creo que sea muy distinta. Si consiguieran transmitir el entusiasmo que tienen los más fanáticos por su marca al resto del público tendrían parte hecha. Pero también necesitarían tener grandes productos como hace Apple. No es un camino fácil, tal vez deberían de poner a Steve Jobs en el consejo de administración…
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