Durante este proceso, Caja Madrid parece que ha llevado muy bien su estrategia, con la conclusión de que se han retirado los posibles candidatos de compra financieros y, también, se retiró British Airways, que hace tiempo que tiene una participación en Iberia y siempre ha sido considerado el comprador natural.
Con sus varias maniobras, Caja Madrid terminará con el 23,4% y muy probablemente, con el control de la empresa. Dicen que no tienen intención de subir más su participación y, así, no tendrán que lanzar la OPA que permitiría a todos los accionistas recibir el precio de OPA, ya que el control de su empresa está pasando a otras manos.
Lo primero que quiere hacer Caja Madrid ahora es hablar con British Airways, que mantiene su 10%, para llegar a un acuerdo de cómo Caja Madrid llevará la empresa. Si esta conversación ocurre, ¿no son dos empresas con el 33,4% de Iberia actuando de forma concertada para controlarla? En ese caso, ¿no se debería forzar una OPA, ya que juntos han pasado el límite de porcentaje que les fuerza a hacer una OPA.
A ver qué dice la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), ya que si no dicen nada, será un caso más de cambio de control sin pagarlo con sólo un acuerdo en los despachos y un apretón de manos.
Nada nuevo, ya que tomar control de una empresa sin pagarlo se ha vista más veces, y bastantes.
La única otra alternativa es que los otros accionistas, que son la mayoría, decidan que no quieren que su empresa entre en nuevas manos sin OPA, y actúen para negar lo que Caja Madrid intentará, que es nombrar a consejeros de su confianza y control. Ya veremos qué pasa.
Vía | El País En El Blog Salmón | El control hay que pagarlo y Control de minoritarios cuesta a la mayoría