Uno de los grandes retos de las empresas es que tienen que conseguir que sus centros de gastos gasten lo mínimo y que sus unidades de negocio generen el máximo de ingresos. Alguna vez, empresas pueden convertir un centro de costos en un nuevo negocio.
El centro de reparación de una empresa, que empieza como un centro de gastos, puede empezar a ofrecer a terceros servicios de reparación cobrados y, como consecuencia, no solo cubrir sus gastos pero, incluso, generar ingresos. General Electric, el monstruo estadounidense, por ejemplo, hace unos años estableció una unidad interna de servicio a clientes, outsourcing, en la India y, poco después, se estableció como una empresa independiente y empezó a ofrecer los mismos servicios a terceros. Vendieron el 60% del capital de esta empresa, GECIS, a finales de 2004 por varios miles de millones de dólares, ¡un magnífico negocio!
Telefónica, que está en búsqueda de más fuentes de ingresos, parece que ha encontrado una fuente alternativa.
Vende servicios a sus clientes, líneas telefónicas, ADSL, televisión por cable, etc. y, cuando hay un problema técnico, te dan un número de teléfono de servicio. Cuando llamas este número te cobran €0,60 por minuto para resolver el problema de servicios que ellos te han suministrado, ¡un magnífico negocio! Además, te hacen esperar unos minutos para evaluar tu cuenta, tu sistema y tu problema, y el ingreso sube y sube.
En mi reciente experiencia, me tuvieron en espera durante sus evaluaciones unos 3 minutos, es decir €1,80. Con una cosa y otra, la llamada duró otros 35 minutos más.
¿Realmente piensan cobrarme €23,10 por una llamada que se efectuó para resolver los problemas causados por sus sistemas? Revisaré mi factura para verlo.
Cobrarme por darme un servicio, y cuando no funciona, cobrarme para resolverlo, ¡esto es un magnífico negocio!