En estas páginas he criticado varias veces las ayudas humanitarias y la forma de que se han utilizado, ya que hemos visto muchos años de ayudas y muchos miles de millones transferidos pero todavía tenemos demasiadas lagunas de necesidad en el mundo. Por eso me gustó el análisis de la organización no gubernamental (ONG), Oxfam, que nos evalúa las ayudas humanitarias y cómo hacerlas más efectivas.
Oxfam tiene muchos años de muy buena experiencia en este mundo y seguro que han visto mucho bueno y mucho malo y sus conclusiones son para tomar en cuenta. Por eso me preocupó mucho su crítica de los gobiernos, de los que más fondos desembolsan, que sus ayudas están cada vez más vinculadas a objetivos políticos y estratégicos que las hacen mucho menos efectivas.
Entre las recomendaciones que nos dan destacan las siguientes que, aunque algunas puedan sonar obvias, las repiten porque lo que ven en la realidad no da, la talla:
- Para hacer frente a los compromisos a la efectividad de sus ayudas y de su acción humanitaria los donantes deben asegurar que toda ayuda, durante conflictos, en países estables y dentro de los países, tienen el objetivo de reducir la pobreza y las necesidades humanitarias.
- Donantes deben asegurar que los proyectos que financian respondan a las necesidades de las comunidades, alineados a las políticas locales y nacionales y sostenibles después de que los extranjeros se marchen.
- Todas las fuerzas militares deben seguir las directrices civil-militar acordadas internacionalmente sobre la respuesta a necesidades humanitarias en conflictos y desastres. Sus doctrinas y reglas de actuación deben prohibir el uso de estos fondos para objetivos militares o antiterroristas.
- ONGs deben asegurar que sus actividades no refuerzen estos problemas o suministren fondos que fomentan conflictos y deben rechazar cualquier financiación que esté condicionada a la cooperación con fuerzas militares o requiere suministrarles información y que condiciona la distribución de los fondos a la cooperación política o militar de los receptores.
Al contrario a estos objetivos que mencionan, nos resumen lo que se está viendo y sus consecuencias:
- Proyectos de ayuda con la intención de reforzar el apoyo a las fuerzas armadas tienden a atraer ataques que hacen menos seguros tanto a las comunidades como a las fuerzas armadas.
- Ayudas condicionadas a conseguir la cooperación política o militar tienden a olvidarse de las necesidades humanitarias y la pobreza de los grupos marginales.
- Los proyectos de ayuda de alto perfil que tienen la intención de demostrar resultados rápidos, para ganar crédito político, a menudo resultan poco sostenibles y fracasan en su necesidad de recibir el apoyo de las comunidades.
- Ayudas dirigidas por las fuerzas militares han resultado ser más costosas e ineficaces.
Siempre ha sido el caso que los gobiernos han seguido criterios políticos y estratégicos y así nos ha ido y, que las cosas estén empeorando es exactamente el camino contrario al que debemos seguir. Tenemos muchos años de ayuda humanitaria y, aunque se ha ayudado mucho, también se han visto muchos fracasos inaceptables en temas tan serios. Basta ya de continuar con los mismos errores de siempre con recursos escasos y con personas muriéndose todos los días.
En El Blog Salmón | Las causas de las subidas de los precios de la alimentación y El Indice de Hambruna 2010