Una OPA hostil se define como un intento de compra de otra empresa sin haber recibido el visto bueno y el acuerdo de la alta dirección de la empresa que se quiere comprar. Si Manuel Pizarro, Presidente de Endesa, hubiera estado de acuerdo con la compra de Gas Natural, la OPA hostil no hubiera sido tal, sino una OPA normal. Pero cuando se habla de OPA hostil, ¿hacia quién es hostil? Lo único que pasa cuando hay una OPA, hostil o no, es que los accionistas de la empresa que la recibe tienen el derecho de decidir si quieren vender sus acciones o no, y si no, se quedan como están. Si la alta dirección está en contra de vender la empresa, solo tienen que recomendar que los accionistas voten en contra de la venta.
¿Quién ha perdido en esta situación? Los accionistas no, ya que tienen la posibilidad de vender su empresa si les gusta el precio y, si no les gusta, no la venden y se quedan como antes.
Los accionistas pierden cuando la alta dirección de su empresa hacen todo lo posible para entorpecer la operación y para que sus accionistas no tengan la posibilidad de decidir libremente. Por otra parte, los posibles compradores pueden incentivar (¡sobornar!) a la alta dirección de la empresa que quieren comprar para que den su visto bueno, y asegurar que la OPA no sea hostil.
Cuando los altos directivos de una empresa maniobran para que sus accionistas no puedan decidir sobre la venta de su empresa o cuando son sobornados para aceptar una venta, los que pierden son los accionistas. Eso si que es hostil.
La nueva política de estos gobiernos está diseñada para proteger a los directivos de las empresas pero a costa de los propietarios de estas empresas que son los accionistas. Esto no debe ser aceptado.
Vía | Expansión y El Confidencial En El Blog Salmón | OPA's, Hay que revisar la ley de compras de empresas y Definición de campeón nacional se extiende