Por un lado tenemos las propuestas de Zapatero, que dijo que para afrontar una desaceleración económica (esa son las palabras que usa él) va hacer lo siguiente: adelantar las inversiones públicas para absorber a los parados de la construcción; construcción de viviendas de protección oficial; planes de recolocación de parados de la construcción; vigilar los precios con un observatorio que fomente la competencia; rebajar 400 euros los impuestos del IRPF a todos los trabajadores; gratuidad para la extensión de la duración de las hipotecas. Además dijo que la I+D+i (que ha superado este año el 1% del PIB y ha merecido un editorial en Nature), el sector aeronáutico, las energías renovables y la biotecnología serán dentro de cuatro años mayor que el sector de la construcción.
Por otro lado Rajoy propuso una bajada de impuestos para estimular la economía, controlar el crecimiento del gasto público por debajo del crecimiento nominal del PIB y centrarse en infraestructuras. Su mayor argumento fue que en estos cuatro años España ha crecido por inercia y que el PP es el partido que, al igual que en 1996, sacará a España de la crisis.
La verdad es que en este segundo y último debate han predominado los insultos y Zapatero ha logrado en un par de intervenciones hacer muchas propuestas, mientras que Rajoy se centró más en criticar al Gobierno (lógico, por otra parte, cada uno en su papel). Aunque me sorprendió que Rajoy no explicara la propuesta de ayer de incrementar las deducciones fiscales a las hipotecas.
A pesar de las broncas, creo que ambos candidatos han dejado muy claro cuales son sus intenciones en el ámbito económico. Y aunque son dos partidos que siguen políticas muy parecidas cuando gobiernan creo que existen unas diferencias claras en lo que se proponen hacer. Ahora la suerte está en nuestra mano. Vía | El País (transcripción íntegra del debate)