La empresa consultora, AT Kearney, nos trae su último Indice de la confianza de los inversores internacionales hacia los países donde pueden invertir. Encuestaron más de 200 ejecutivos de empresas de 27 países en 17 sectores, generando más de $2.000.000 millones de ingresos globales anuales, y evalúa el impacto de los cambios políticos, económicos y regulatorios sobre las intenciones y preferencias de estos ejecutivos en sus inversiones internacionales.
No sorprende que la conclusión general es que los inversores internacionales están muy cautelosos sobre sus inversiones y analizan mucho donde destinan estos, no sólo para asegurarse que sus inversiones llevan las rentabilidades necesarias para los riesgos tomados pero, con las dificultades que algunos países están demostrando, también están muy enfocados en la posibilidad de no recibir retornos. El Indice ofrece un análisis interesante de las perspectivas presentes y futuras del destino de los flujos internacionales de inversión. Aunque cautelosos, el Indice demuestra que la confianza de los inversores internacionales ha mejorado algo aunque esta mejora sigue bastante tentativa.
Como vemos en la primera tabla, España entra en la lista en el puesto número 24 y, en una escala de 0 a 3, su puntuación es sólo del 1,29.
Es verdad que las cantidades disponibles para la inversión extranjera han bajado 37% desde el nivel más alto en 2007 y está 15% por debajo del promedio visto entre los años 2005 a 2007, no obstante, la cantidad de inversión extranjera que se vió en 2010 seguia siendo muy interesante, en $1.240.000 millones. Además, según las Naciones Unidas, si los desarrollos recientes continúan, el nivel de inversión extranjera podría subir a entre $1.400.000 millones y $1.600.000 millones. ¡Cantidades impresionantes! Más de la mitad de las empresas dicen que sus niveles de inversión han vuelto a los niveles que tenían antes de que estalló la crisis.
Como ya he dicho en estas páginas:
El capital está y busca invertir y Europa y, muy especialmente España, deben trabajar para que se vean las condiciones para que esta inversión se atráiga a estas fronteras.
Es verdad que el atractivo de España paro los inversores internacionales está vinculado a lo que pasa con el Euro y con Europa en general. No obstante, cada país puede hacer sus deberes para asegurar que están adecuando sus economías y sus políticas económicas en la dirección que sea más atractivo para los inversores.
Para que quede claro, no estoy diciendo que quiero que los sueldos bajen y que España se convierta en un lugar barato, con poca regulación y con pocos controles hacia el capital extranjero. Nadie debe pensar que España puede competir con mano de obra barata y con costes de producción baratos y los inversores internacionales no piensan eso y no buscan eso.
A pesar de la crisis que está sufriendo, España sigue destacando en varias áreas y mencionan su liderazgo en energías renovables, en infraestructura y su posición como puerta de entrada a América Latina.
Con las políticas económicas correctas España tiene la posibilidad de situarse como destino atractivo para los inversores internacionales buscando posicionarse o crecer en Europa para la siguiente década. Hay muchos miles de millones en juego y mucha necesidad.
En El Blog Salmón | El Indice del atractivo de los países para los fondos de capital riesgo y El Indice de libertad económica – 2012