Las flexibilizaciones de este Pacto comenzaron en noviembre del 2003, cuando el Consejo de Ministros de la Unión Europea, tras admitir el procedimiento de sanción contra Portugal, rechazó el mismo tratamiento contra Francia y Alemania. Estos dos países utilizaron su poder dentro de los foros europeos para salvarse de las sanciones, a pesar de que los dos habían superado el límite del déficit público de 3% permitido por el Pacto por tres años seguidos. No todos los países son iguales.
Ahora tenemos un nuevo Pacto, donde el déficit se fijará tomando en consideración los esfuerzos de cada gobierno para llevar a cabo reformas estructurales, reformas en los sistemas de pensiones, y "otros factores pertinentes", donde se excluirán del cálculo gastos como, por ejemplo, las ayudas alemanas a sus regiones del este y los gastos franceses por compras de portaaviones. La justificación es que el enfoque debe ser la deuda a largo plazo y no los problemas de corto plazo y cíclicos.
Ocho países han recibido advertencias por sus déficit excesivos y, en estos momentos, Italia, Alemania, Portugal, Grecia y Francia son casos abiertos por haberse saltado los requerimientos del Pacto.
En Portugal, Jose Sócrates, el nuevo Primer Ministro, acaba de anunciar que tienen indicaciones que el déficit público portugués está entre el 5% y el 6% (José Barroso, el Presidente de la Comisión Europea y antiguo primer ministro de Portugal se lo tenía bien calladito). El Ministro de finanzas de Alemania acaba de anunciar que el déficit en 2005 llegará al 3,7% en 2006 puede alcanzar 3.4%, y espera que el déficit superará el máximo permitido por lo menos hasta 2008, como ha pasado en Alemania cada año desde 2002. Grecia ha admitido haber engañado a Bruselas aumentando su PIB en unos 2% cada año desde 1997, con un déficit real el año pasado de 6,1%. En Francia, Thierry Breton, Ministro de Finanzas, anunció que este año, tienen la intención de cumplir con el Pacto, después del 3,6% de 2004 pero, para eso, tendrán que encontrar entre 3,5 y 5 mil millones de euros para cubrir parte de sus gastos. Por esta razón han acelerado las privatizaciones que tenían previstas.
Todos estos cambios, las extensiones, flexibilizaciones, exenciones, crean una falta de credibilidad y cuestiona la sostenibilidad de las finanzas públicas en el área del euro de los países miembros. Si no podemos cumplir con el Pacto ¿no debemos descartarlo? Descartar el Pacto y buscar otra solución sería mejor que continuar con esta farsa.
Vía | El País En El Blog Salmón | El loco presupuesto Europeo y El Euro vuela bajo Más información | Eurostat (en inglés, francés o alemán)