Como viene siendo habitual en años anteriores, el presidente del Gobierno, no será el político mejor pagado del país. Su sueldo, de 78.966 euros anuales, se ha visto incremento en un 1 % respecto al año anterior, al igual que el del resto de funcionarios.
Tras cuatro años con los sueldos congelados, la subida del 1 % es más simbólica que otra cosa y afecta también a la retribución de la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría, que recibirá un total de 74.221 euros, y a la del resto de ministros, que cobrarán 69.671 euros.
Más allá de los miembros del Gobierno, a la cabeza de los mejores pagados seguirá un año más el presidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial (131.454 euros), el del Tribunal Constitucional (130.564 euros) y el del Tribunal de Cuentas (113.704 euros).
En mi opinión, nadie en la Administración Pública debería cobrar más que un presidente del Gobierno. El sentido común dictamina que la máxima figura del Estado debería ser también la mejor remunerada. Sin embargo, no sólo no se cumple esta situación, sino que además, entre otras muchas, se da la paradoja de que colaboradores de los ministerios terminan cobrando más que los propios ministros, que en teoría son sus jefes. Echen un ojo al Portal de Transparencia del Gobierno y verán a lo que me refiero.
Como ya señalamos en otra ocasión: esta falta de coherencia sólo demuestra el sin sentido de los salarios en la Administración Pública y la necesidad de un nuevo cuadro de retribuciones más justo y acorde con la labor y la responsabilidad de cada cual.
En El Blog Salmón | PGE 2016, ¿Cuánto cobrarán nuestros políticos el próximo año?
Imagen | Fran Carreira