Temiendo el impacto potencial sobre las tripulaciones, los barcos y la carga por valor de varias centenas de millones de dólares, algunas de las mayores empresas de transporte naviero han prohibido a sus naves tocar los puertos de Tokio o Yokohama ante la preocupación por la creciente ola de radiación de la planta nuclear de Fukushima. Los temores en la industria del transporte marítimo se intensificaron desde que esta semana los funcionarios del puerto de Xiamen, en China, detectaron con radiación a un gran buque portacontenedores de la empresa Mitsui OSK Lines, lo que obligó a ponerlo en cuarentena. El buque había pasado a más de 80 millas de Fukushima.
De acuerdo a infomaciones de The New York Times, los puertos de China han comenzado a exigir rigurosos controles a los buques que llegan desde Japón. Y en California, el primer barco en llegar al puerto de Long Beach fue abordado y escaneado de la radiación por la Guardia Costera. Si la cadena de suministro nipona estaba en estado de shock a nivel interno con el tema del terromoto y tsunami; con la radiación nuclear se encuentra en problemas la cadena de suministro global.
Hapag-Lloyd, la mayor empresa alemana de transporte marítimo, tiene prohibido a sus naves ingresar a Tokio y Yokohama, al igual que la naviera de Hong Kong OOCL, que decidió poner fin a todo tráfico hacia Tokio y Yokohama. Muchas empresas están redireccionando el tráfico al puerto de Kobe, en la costa oeste de Japón, por vía terrestre.
Las empresas asumen que los barcos que reciban una cuarentena temporal deberán darse de baja muy pronto dado que en cada puerto serán escaneados y con controles adicionales durante años. El problema de estas inspecciones es que hacen difícil cumplir un horario y los operadores evitarán estos buques que enfrentarán grandes probabilidades de retraso dado que en el transporte marítimo, como en todo, cada minuto tiene valor.
La preocupación por la radiación no es un tema que inquiete sólo a los buques comerciales. Los barcos nucleares de Estados Unidos, como el Ronald Reagan, que estaban en las inmediaciones de Japón, debieron emprender la retirada. En este caso la radiación preocupa tanto por la amenaza que representa para la tripulación del buque como para el buque mismo por el daño que la radiación hace en los equipos al inutilizar su instrumental electrónico.
Las autoridades niponas han intentado frenar la preocupación de la gente sobre la radiación señalando que “sólo representa un pequeño riesgo y que el océano puede lavar, diluir y purificar el agua”. Pero la contaminación radioactiva encontrada en los alimentos les ha obligado a dar pie atrás. Más aún cuando a quince dìas del terremoto que cortó la energía electrica de la planta y del tsunami que anegó el sistema de refrigeración alternativo en base a petróleo, la situación está aún muy lejos de concluir, como señala el jefe de Gabinete del gobierno japonés, Yukio Edano.
En El Blog Salmón | Banco Mundial estima caída de 4% para Japón por terremoto y tsunami, ¿Qué es la Cadena de suministro?
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