El caso es que el sector del cava ve cómo de manera recurrente en diferentes años, se alude para realizar boicot a los productos catalanes en el resto de España o incluso cómo se le buscan dobles interpretaciones a sus mensajes o se les busca una posición política. Menos mal que los productores de cava pueden estar tranquilos, que realmente, esto no va a ninguna parte porque ya saben que su mercado no es España y los efectos del boicot al cava, no dejan de ser un argumento de barra de bar.
El mercado español del cava, un mercado muy pequeño
Supongamos que toda España excepto Cataluña dejara de tomar cava catalán con el objetivo de hundir a estas empresas. Pues bien, dicho hundimiento no sería tal, puesto que el mercado nacional del cava sólo representa un 33% frente un 67% que son las exportaciones de este maravilloso producto (datos 2013).
Es más, si eliminamos a Cataluña y consideramos el resto del mercado nacional, vemos que un 47% de las ventas nacionales son dentro de la zona 1 de venta de cava (Area metropolitana de Barcelona, resto de Cataluña, parte de Aragón y Navarra), por lo que realmente, el resto de España sólo consume un 17% de la producción total de cava.
Aunque un boicot nunca tiene efectos al 100%, en el peor de los casos, los productores de cava catalán verían cómo su ventas caen un 17,5% pero obviamente, seguirán teniendo mercado más que suficiente para seguir trabajando.
Y el boicot catalán ¿qué pasaría con él?
En la misma línea, una empresa que tiene mercado distribuido, se encuentra en una situación similar. Supongamos que toda la zona 1 que consume cava fuera nacionalista catalán y siguiera al pie de la letra la recomendación de la diputada y dejara de beber todo el cava catalán (no solo Freixenet). Aún así, el sector del cava catalán podría seguir viviendo gracias a las exportaciones a la UE y terceros países y previsiblemente resto de España.
Con datos en la mano, es una soberana estupidez creer que se perjudica hasta el cierre una empresa por hacerle un boicot, máxime aún cuando el boicot proviene por causas ajenas a la empresa, en este caso, temas políticos o en otros años, por la errónea asociación del cava catalán a la política catalana.
Lógicamente un boicot que sea seguido por una gran parte de un área de mercado, afecta a las ventas del producto, pero el cava y su mercado, no dependen solos ni de España ni de Cataluña ni de las ventas o no ventas que se produzcan en estas áreas geográficas.
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