Como el grueso de las noticias sale en programas tratando de personajes con interés popular, es fácil caer en la tentación que no son temas muy importantes y de más interés para los curiosos.
Lo que sorprende es que estas barbaridades criminales no hayan salido antes y en más lugares. Quizás ahora saldrán. Teniendo en cuenta el estilo de financiación que existe a nivel municipal, es casi imposible asegurar que esta clase de delitos no ocurra e imposible de controlar la entrada en estos temas de los ladrones, los mangantes y los chorizos.
Estas barbaridades continuarán hasta que dos cosas cambien. Primero, cuando el mercado inmobiliario se enfríe, los ladrones tendrán que buscarse la vida en otros lugares, ya que el negocio de las recalificaciones, y la corrupción que esto trae consigo, no será tan jugoso.
Segundo, que el Estado Español se de cuenta que los municipios necesitan su propia financiación, o a través de transferencias del presupuesto del estado o con financiación local; impuestos y tarifas locales y cobros por servicios.
Lo mejor es financiación lo más local posible, así los ciudadanos de un pueblo saben cuánto les cobra su ayuntamiento, para qué, y podrán juzgar a su ayuntamiento en consecuencia.
Por ahora, no he visto que el Estado esté haciendo algo para cambiar las cosas.
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