España, 2016. Nos tocan 10 millones de euros a la lotería y nos dirigimos raudos y veloces a los bancos para ver quién nos da más por nuestro dinero. Las turbulencias económicas nos llaman a la precaución así que queremos un producto con cierta seguridad, un depósito. Y sin embargo lo mejor que nos ofrecen es cobrarnos 30.000 euros al año.
Esta locura no es ciencia ficción, es lo que actualmente está pasando en España y en otros países de la zona Euro. Los tipos de interés están al cero pero con un componente negativo que normalmente no afecta a los ahorradores más modestos pero que ya está afectando a los depósitos de más valor. Cobrar por guardar el dinero, un imposible hace algunos años y que ahora es el día a día.
El BCE quiere estimular la economía
En enero de 2015 el BCE dio un paso extra en la relajación monetaria y lanzó su tan esperado Quantitative Easing. Consiste en comprar bonos directamente en el mercado y por unas cantidades muy abultadas. Pero la relajación del BCE ya llevaba tiempo. En 2011 lanzó su programa LTRO con el que inundó de dinero el mercado, y en 2012 ya dio avisos de que haría todo lo posible para salvar el Euro. Todo esto ha creado una liquidez nunca vista pero que no ha sido suficiente para crear crecimiento.
Por ello en marzo de este año los tipos de interés llegaron al 0% y los depósitos de los bancos europeos en el BCE se cobran al 0,4%. Es cierto que en junio de 2014 ya entramos en esta zona negativa, pues aunque bajaron los tipos del 0,25 al 0,15% los depósitos pasaron a cobrarse al 0,1% respecto al tipo anterior (0%). Desde entonces este cobro no ha hecho más que aumentar y si los bancos tienen liquidez sin invertir tienen que pagar.
La idea detrás de todo esto es que el dinero se mueva, se invierta, se gaste. Que la economía gire. Y evitar así entrar en una espiral inflacionista. Los ciudadanos lo hemos visto, junto con la caída del petróleo la política del BCE son los que han hecho que se cree empleo y haya crecimiento económico en España. Pero las consecuencias negativas también están llegando.
Esta política de "que el dinero fluya y no se acumule" también está llegando a empresas y ciudadanos. Si bien endeudarse es muy barato tener dinero es muy caro. Y es por eso estamos empezando a ver cosas extrañas.
Los bonos también en negativo
Por ejemplo muchas empresas están ya pagando por tener dinero depositado en los bancos, lo normal es el 0,3%. Los bancos no logran mover el dinero tan rápido y no pueden asumir los costes que impone el BCE. Por tanto al final esto tiene que repercutir al cliente.
De momento parece que el límite está en los cinco millones de euros. Si tienes menos todavía no se cobran intereses. El problema es si tienes más. Lo que antes era una ventaja para lograr mejores condiciones ahora es una desventaja, porque el banco se ve enfrentado a unos costes que no puede asumir. Parece que vivimos en el mundo al revés.
Y las alternativas de los altos patrimonios o empresas son complicadas. Si quieren tener liquidez lo normal sería recurrir a los bonos, pero también están en negativo, incluso los corporativos (que supuestamente dan más rentabilidad pero tienen más riesgo).
¿Y para cuándo a los pequeños ahorradores?
El problema de todo esto es que aunque los bancos digan que esto no va a afectar a los pequeños ahorradores, los saldos pequeños, no hay quien se lo crea. De momento es complicado encontrar cuentas remuneradas o depósitos que paguen algo. Y dentro de poco empezaremos a ver un resurgir de las comisiones de mantenimiento. Y si la situación sigue mucho tiempo así seguramente empezaremos a ver cobros dependientes del saldo.
En el mismo proceso veremos a la banca resistirse con uñas y dientes a pagar por los préstamos hipotecarios creando de nuevo una clausula suelo en el 0%. La banca está en una situación muy complicada y va a intentar sacar dinero de donde pueda porque por un lado los depositantes no ven bien pagar por tener el dinero en la banca y por otro sus hipotecados no ven justo que los tipos estén en negativo y no se beneficien.
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