Llevamos unas semanas oyendo hablar del caso LuxLeaks: pactos secretos entre Luxemburgo y empresas para que estas tributen en el ducado a cambio de una fiscalidad muy reducida. Y aunque lo desconocíamos todo el mundo sabía que hay países muy ventajosos en Europa para la tributación de empresas, por ejemplo Irlanda, Holanda y el propio Luxemburgo.
Estamos ante un caso de competencia fiscal entre Estados de la UE. Es decir, los Estados compiten entre sí por ofrecer una fiscalidad más ventajosa a multinacionales para que tributen por todos sus beneficios de la UE allí. Con esto logran grandes ingresos fiscales a pesar del bajo tipo fiscal.
Las soluciones para evitar que empresas muy potentes paguen impuestos irrisorios fuera de donde realizaron los ingresos son complicadas, pero las hay. Eso sí, requiere acuerdos dentro de la UE y es complicado pues algunos Estados quedarían perjudicados.
La primera medida es obligar a las empresas a tributar donde se realice la venta o se preste el servicio. Así se evitaría, por ejemplo, que todas las ventas que se realicen de bienes digitales dejen de pagar IVA al 0%, pues en algunos países es así y los vendedores de servicios digitales (como Google, por ejemplo) se aprovechan de ello. Aún así es complicado, ya que para el caso de ventas siempre es complicado determinar cuál es el margen razonable de la venta en un país.
Otra opción es la amrmonización fiscal. Es decir, establecer unos tipos mínimo (y máximos, por qué no) para el impuesto de sociedades en la UE. Esto debería estar acompañado de una limitación también de las desgravaciones, para no aprovechar esta vía para dejar de pagar impuestos.
Como digo la solución es complicada pero posible y necesaria. La estructura de las empresas debe estar adaptada a maximizar sus ventas y beneficios y no deberían dedicar tantos recursos a ingeniería fiscal que lo que hace es recortarnos ingresos a todos.
En El Blog Salmón | Muchas empresas multinacionales pagan pocos impuestos
Imagen | richardfdez