Nos viene de nuestros amigos en VayaTele la decisión de los directivos de Telecinco de que su programa estrella, Operación Triunfo, ya no es tan estrella y que piensan cerrar antes de lo previsto la actual edición de este programa. El domingo será la última gala, ya que los 800.000 de euros que les cuesta cada gala no compensa. VayaTele nos explican las varias razones por qué este programa ha llegado a su situación.
Recordamos que esta serie ha sido un bombazo de audiencia y de negocio durante varios años y, ahora con la audiencia situado en 13,8%, por debajo del promedio de Telecinco, y bastante por debajo del 20% o más que tenían, los ingresos no están cumpliendo ni con los gastos ni con las expectativas.
Uno de los grandes cambios que se menciona es el de personal. Primero, reemplazaron al presentador Jesús Vázquez, por la presentadora Pilar Rubio y, sin comentar las relativas aptitudes de estos dos presentadores, siempre que se cambia de protagonista importante, como es el presentador, que tiene su estilo su imagen y su personalidad, este cambio puede ser muy importante, tanto en lo negativo como en lo positivo. Cambiar de protagonista importante en un negocio puede ser decisivo para cambiar su rumbo y, si algo va en camino descendiente, puede que reestablezca el rumbo al éxito.
El segundo cambio de personal fue el de los jueces que también tienen su forma de ser, su forma de evaluar y su forma de presentarlo. Un cambio importante entre los jueces que se han visto ultimamente fué la salida de Risto Mejide, que durante su tiempo, creó personalidad y polémica que, guste o no, llamaba la atención y generaba audiencia. Se fué durante la Operación Triunfo 2009, en un enfrentamiento con el entonces presentador, Jesús Vázquez, y ninguno de estos dos están presentes en esta edición fallida. Desde ese momento, no han encontrado juez con el mismo impacto.
Ya hemos estado viendo que este programa estaba en camino descendiente, en audiencia y en resultados, ya no le veían tanto público y, a su finalización, ya no se veían tantas estrellas saliendo y discos exitosos lanzados.
No es la primera vez que vemos programas estrella llegar a la cima y luego desaparecer. Lo vimos con el programa ¿Quién quiere ser millonario?, un programa que en su auge valía millones y que ya no se encuentra en nuestras pantallas.
Teniendo en cuenta cómo son las audiencias, los cambios continuos son necesarios y no se puede estar estancado, aunque no todos los cambios van a funcionar. Tampoco se puede pensar que algo que funciona ahora siempre va a funcionar, aunque algunos programas demuestran que pueden durar décadas. Los que suben rápido muchas veces bajan de la misma forma y las cadenas deben renovarse, incluso cancelando lo que antes arrasaba.
Vía | Marketing Directo
En El Blog Salmón | Operación Triunfo nos cuesta a todos