Aunque los líderes de la Troika han sostenido en incontables ocasiones que la crisis se bate en retirada, lo cierto es que esa tesis está bastante lejana. La crisis se profundiza y no deja de demostrar que todo lo que ha hecho el Banco Central Europeo ha sido para ganar tiempo; que todos los "planes de rescate" han sido para salvar a la banca y dejar al resto del mundo peor que antes. Como si ese 0,1% de los dueños de la banca interesara más que el 99% restante. El problema es que muchos del 99% piensan como si pertenecieran al 0,1%.
Hace apenas tres meses teníamos el tema de la crisis chipriota. Y se pensaba que sería la última de las calamidades que sacuden a la eurozona. Pero la situación de Francia, el lento declive manufacturero de Alemania y el alarmante descenso de los precios inmobiliarios en Holanda, no hacen más que mostrarnos que la llamada "luz al final del túnel" no es más que un espejismo. Y como si esto fuera poco, estalla ahora la nueva crisis en Portugal. Una crisis que en verdad nunca ha estado ausente, pero que los medios ignoran por ser la periferia de la periferia. A nadie le ha interesado hablar de Portugal, porque este es un tema que puede reanimar los fantasmas de la eurozona. Portugal es una de las más serías víctimas de los planes de austeridad, y aquí el fracaso de la Troika se hace patente. Esto es lo que ha acortado la distancia que, digamos, existía entre Portugal y Egipto hace cinco o diez años. En la geografía cuántica del monetarismo y la miseria, Portugal y Egipto están hoy mucho más cerca que antes.
Y tal como en Egipto, en Portugal han comenzado a rodar varias cabezas, como las del ministro de exteriores, Paulo Portas; y la del ministro de finanzas, Victor Gaspar. Si bien el primer ministro de Portugal, Pedro Passos Coelho, ha dicho que no aceptará estas renuncias, los funcionarios han señalado que son irrevocables. Portas y Gaspar se opusieron a las últimas medidas de austeridad que impuso la Troika (ver nota), y que han hundido al país en su mayor crisis histórica. Sin embargo, Passos Coelho no vaciló en aplicar las medidas de la troika y esto gatilló una crisis política el año pasado. Lo de ahora no es más que la manifestación global de todo un pueblo que exige la salida de Passos Coelho y nuevas elecciones con otra línea de liderazgo. Pero.. ¿es que aún hay líderes que tengan la valentía de enfrentarse a la Troika?
Portugal se hunde por los planes de austeridad y la caída en el PIB del primer trimestre de este año fue del 4 por ciento interanual (ver gráfica). Esto demuestra la importancia de los multiplicadores fiscales, tan subestimados por el FMI y las instituciones financieras. Portugal se hunde producto de la crisis, y con ella reanima el fantasma de la crisis europea que muchos habían visto en retirada. Hay que reconocer que ese fantasma está más vivo que nunca. _______
Nota:
Agradezco el comentario de Christian Alves y rectifico que el ministro de Finanzas de Portugal (Victor Gaspar) no está en contra de la austeridad (como decía el artículo) sino que es más bien su promotor. Su renuncia, por tanto, se debe a las razones que explica Christian en su comentario.En El Blog Salmón | El desplome de las burbujas de activos acelera el colapso del sistema financiero