Ayer se publicaron los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA), que determina la tasa de paro en nuestro país (y que provee de datos oficiales a Eurostat; los datos mensuales del Ministerio de Trabajo son de parados registrados y le EPA es mucho más general). En los datos presentados hay una sorpresa: baja el número de parados pero sube la tasa de paro. ¿Cómo es posible?
Veamos los datos en detalle. En el primer trimestre del año las personas mayores de 16 años aumentaron en 6.200, es decir, muy poco. En España hay 38.517.200 personas mayores de 16 años y por tanto capaces de trabajar. De esas personas 22.899.400 personas son activos y 15.617.800, inactivos (estudiantes, jubilados, gente que, en general, no está buscando trabajo). Aquí sí que ha habido una variación importante respecto al trimestre anterior, ya que los activos cayeron en 127.400 personas.
Dentro de los activos tenemos ocupados y parados. El número de parados se redujo en 13.100 personas, pero como ya hemos visto la población activa (ocupados más parados) se redujo en 127.400 personas. La tasa de paro es la división entre parados y ocupados, y resulta que aunque hay menos parados hay muchos menos ocupados y por tanto la tasa de paro sube.
Esto significa que en el trimestre anterior con 5.457.700 parados teníamos una tasa de paro del 23,70%, y ahora con 5.444.600 parados (menos) tenemos una tasa de paro del 23,78% (más). Es decir, en España en el primer trimestre del año se ha destruido empleo y hay menos parados porque la encuesta ha determinado que mucha gente de la que ha perdido el empleo no está buscando activamente empleo.
Imagen | No man´s land