Viven más personas en países donde la obesidad mata a más gente que en países donde la malnutrición mata a la gente. Es decir, aunque el problema que siempre habíamos pensado que había con la comida son las trágicas hambrunas como la que sucede en este momento en Sudan del Sur, hay más personas que se están matando en el mundo a base de comer demasiado.
Recientemente ha salido a la luz que una presentadora de televisión ha perdido 60 kilos, gastándose una gran cantidad de dinero en la dieta, ganándose atención por parte de los medios especializados en temas “de corazón”. Además esta presentadora de televisión incluso ha sido criticada por ponerse a perder peso. Como si adelgazar fuera algo que se hace por estética, cuando existen motivos de salud detrás.
Obesidad en el mundo
El 39% de los adultos tenían sobrepeso en 2014, el 13% de los adultos de todo el mundo sufrían de obesidad según datos de la Organización Mundial de la Salud. Esto hace que 1.900 millones de adultos tenían sobrepeso y 600 millones sufrían obesidad. Según la misma OMS la obesidad se debe al exceso del consumo de calorías y también a la falta de actividad física causada por el sedentarismo de los nuevos estilos de vida, medios de transporte y empleos que no requieren actividad física.
En cierto modo podemos decir que si el desarrollo económico es bueno porque nos está sacando de la pobreza, este nos está matando a base de engordarnos. O que nosotros nos estamos engordando aprovechando que no tenemos que sudar para ganarnos el pan. La responsabilidad también es nuestra.
En España el 39,3% de la población adulta tiene sobrepeso y el 21,6% es obesa. Es decir, que si vamos por la calle dos de cada cinco personas deberían de adelgazar, y la mitad de estas tienen un peso que llega a la enfermedad. Pensemos en nuestros amigos, nuestros compañeros de clase o de trabajo.
La obesidad no es un problema individual, al menos en el sentido que muchos entienden. El problema no está en que no vayamos a ligar por tener sobrepeso, sino en que vamos a tener enfermedades causadas por ese sobrepeso, y que el coste de estas enfermedades va a recaer en todos.
Un coste brutal para la sanidad
Según la OMS la obesidad causa enfermedades cardiovasculares, (la principal causa de muerte en el mundo desde 2002), diabetes, problemas musculo-esqueléticos (especialmente osteoartritis) y algunos cánceres. Además muchas personas son obesas desde niños, siendo este un problema mayor todavía, puesto que se ha calculado que su gasto sanitario a lo largo de su vida (en EEUU) será de 13.000€ más que el de un niño que no es obeso a esa edad.
El Reino Unido, que tiene un sistema sanitario bastante parecido al español, dedica 6.430 millones de euros anuales a tratar enfermedades derivadas del sobrepeso. Para que nos hagamos una idea esto es más que los 4.150 millones de euros que gasta en enfermedades derivadas del tabaquismo. En enfermedades derivadas del alcoholismo gasta una cantidad parecida y en enfermedades derivadas por la falta de actividad física dedica 1.130 millones de euros (en el fondo esto está relacionado con la obesidad y el no llevar un estilo de vida activo).
España tiene unos gastos parecidos. En 2012 dedicamos aproximadamente 5.000 millones de euros al año en enfermedades relacionadas con el tratamiento del sobrepeso y de la obesidad (el dato es viejo, pero no creo que haya disminuído la cantidad). Esto supone el 7% del presupuesto sanitario. A veces nos quejamos de la austeridad y de los recortes, pero claramente existe un punto donde nosotros podríamos empezar a hacer el primer esfuerzo. A nivel europeo se habla de un coste de 160.000 millones de dólares anuales.
Reducir la obesidad, debería de ser una prioridad para el gobierno
Según la OMS se puede reducir la obesidad incrementando el consumo de frutas y verduras, granos integrales, legumbres y frutos secos, así como reduciendo el consumo de azúcar y grasas. También hay que incrementar la actividad física, a 60 minutos diarios en niños y 150 minutos a lo largo de una semana en adultos. ¿Parece fácil?
Tal vez no tanto, en España según un estudio de la Sociedad Española para el Estudio De la Obesidad (Seedo) el 82,2% de los obesos no reconoce su problema e incluso un 12% afirma que tiene un peso normal. Es decir, el obeso que comentamos antes de cada cinco personas es poco probable que lo reconozca. Incluso puede que no crea que tiene un problema y qe su pesa sea normal, esto se acentúa cuanto mayor es la edad del encuestado.
Es cierto que de vez en cuando se hacen campañas animando a la población a tener un estilo de vida más saludable, aunque estas no parecen estar dando muchos resultados, puesto que la obesidad crece más y más. Todavía está el concepto en algunas personas de “gordito = sano”, aunque la obsesión por la imagen ha ido cambiando con el tiempo. Pero si la obesidad es la epidemia de nuestro tiempo, no podemos permitir que siga siendo un agujero negro para las arcas públicas (ya que aquellos que siguen una vida más sana acaban subvencionando la sanidad de los que eligen destrozarse la salud).
Afortunadamente es algo que se puede combatir y que se puede cambiar con el tiempo. No es imposible, dentro de España existe una fuerte diferencia por Comunidades Autónomas, mientras que Asturias y Galicia tienen una tasa de obesidad del 25,7% y 24,9% respectivamente, la de las Islas Baleares es sólo del 10,5%. Así que la idea del impuesto a las bebidas azucaradas no me parece mal, aunque viendo la cantidad de bollería industrial que tenemos muy barata en el supermercado, quizás no es el único frente a considerar.
En El Blog Salmón | Las campañas más efectivas para reducir la obesidad
Más información | OMS (WHO)
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