En principio, el INE achaca la caída en los precios a las bajadas de los precios de alimentos y bebidas no alcohólicas y el efecto de traslado de mes de la Semana Santa al mes de abril este año y que desvirtúa la curva interanual. IPCs negativos no son buenos al igual que no es buena una tasa de inflación disparada. Lo idóneo en la curva de precios para que se active la economía es que los tipos de interés de depósitos estén por debajo de la inflación con el objetivo de que el ahorro a depósito genere rendimiento negativo o neutro.
La pelota se va a situar en el BCE y en un pack de medidas, aunque es bastante complicado que siga bajando los tipos de interés efectivos, puesto que ya están lo suficientemente bajos. ¿Qué sacará el BCE de la manga? Lo veremos el próximo jueves en la reunión mensual de la entidad.
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