La mensajería instantánea tiene una fama que no se corresponde con la realidad. Normalmente se considera algo propio de adolescentes descerebrados que escriben con demasiadas faltas de ortografía y ningún respeto hacia la gramática. En el trabajo además es tabú, un empleado que utiliza el Messenger es un empleado malo que malgasta su tiempo cotilleando en vez de hacer el trabajo para el que le pagan. Además se suele incluir en el tópico a un joven, normalmente de la generación Y, no quiere trabajar y pretende que se le pague sólo por ir al lugar de trabajo. ¿A qué me suena?
Pero los tópicos deben de ser revisados, o al menos no tenidos en cuenta. Para empezar el Messenger no es utilizado en exclusiva por los más jóvenes, sino que es una de vas aplicaciones más utilizadas por los mayores. Pero pasen y vean, el derrumbe de los tópicos no ha hecho más que empezar.
El Messenger puede ser una fuente constante de interrupciones, pero eso no significa que la productividad tenga que empeorar. Si estamos concentrados en una tarea lo podemos desconectar o poner en múltiples estados para no ser interrumpidos. Es cierto que algún contacto se puede poner pesado, pero siempre puede ser ignorado. De hecho los estudios afirman que la mensajería instantánea aumenta la productividad. Estamos hablando de una herramienta que puede ser muy útil, por ejemplo podemos preguntar a contabilidad si les ha llegado una factura sin tener que usar el teléfono. Tal vez se podría usar un correo electrónico, pero suele ser más rápido, sobre todo si ellos necesitan información. El intercambio de información es mucho más fluido, además de que permite ver con más facilidad el curso de va conversación.
Otra ventaja es la interconexión que hay entre personas. Vivimos en los tiempos del Networking, donde a pesar de las tecnologías es importante conocer a la persona adecuada. Y el Messenger puede ser el gran aliado, según un estudio de Microsoft hay 6,6 grados de separación de media entre las distintas personas. Tal vez el primo de la amiga de la infancia de la administrativa es el director de compras de esa empresa que se le resiste a los comerciales. O puede que la diseñadora gráfica conozca a un consultor especializado en el tipo de problemas que tiene nuestra empresa porque van a misa a va misma iglesia.
En caso de que queramos proteger la seguridad, es posible cifrar las conversaciones de mensajería instantánea. Por supuesto no importa que la plataforma que usemos, hay clientes de mensajería instantánea para Windows, Mac o Linux.
No es que la mensajería instantánea vaya a solucionar nuestra vida y puede que alguien en la empresa le de un uso demasiado personal. Pero dado que cada vez es más difícil controlar su uso sin invadir la intimidad de los empleados, quizás sea mejor aprovechar su potencial para nuestro beneficio.
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