Llevamos un inicio de año relativamente malo en cuanto a inversión bursátil se refiere. Ya veníamos de un final de año bajista, pero la invasión de Ucrania por parte de Rusia ha complicado todo aún más. Añade incertidumbre a la recuperación económica post-covid y esto hace que las valoraciones de las empresas sean menores.
Algunos anuncian que lo ideal es estar fuera del mercado y aprovechar alguna subida que ha habido recientemente para vender. Es decir, algunos analistas recomiendan intentar hacer market timing. Y no, no es una buena idea.
Lo que dice la historia
El mercado es muy imprevisible a corto plazo. Intentar ganar al mercado ahí es muy mala idea. Hay un estudio que lo deja muy claro. Un inversor decide meter en el S&P500 10.000 euros todos los años, desde 1978 a 2018.
El mejor invesor es aquel que logra meter el dinero en el momento en que el índice está más bajo del año, y el peor inversor el que lo hace en el momento en que está más alto. ¿La diferencia de rentabilidad de ambos? Bastante escasa: del 7,1% anual al 7,9% anual. Es decir, incluso haciendo las cosas perfectamente bien o perfectamente mal la diferencia es poca.
Otro dato también es muy relevante: un inversor que invierte en el año 2000 y saca su dinero en 2019. Su retorno es de un 6,06% anual. Pero si se hubiera perdido las diez mejores jornadas del mercado (y son 10 de 5000 que hubo en dichos años) su retorno caía al 2,44% anual. Y si se hubiera perdido las 20 mejores jornadas la rentabilidad era nula (0,88% al año).
Es decir, entre hacer un buen market timing y un mal market timing a la hora de invertir hay poca diferencia, pero si nos perdemos las jornadas clave la rentabilidad se hunde. Y ya sabemos que, aunque lo lógico es comprar barato y vender caro, los humanos, una y otra vez, hacemos lo contrario. Lo dicen muchos estudios.
Lo que podría pasar
¿Estamos ante un mercado bajista? ¿Va a seguir bajando el mercado los próximos meses? No lo sabemos. Y como no lo sabemos nos podemos quedar fuera de las mejores jornadas. Imaginemos que salimos del mercado en un pequeño pico positivo. Pero ese pequeño pico puede ser el primero de una senda creciente.
También podría acabar la Guerra. Podría haber acuerdos. Podría ser que la recuperación sea más fuerte de lo que pensamos, o que los ciudadanos aumenten su consumo por miedo a la inflación y las empresas disparen sus ganancias. No lo sabemos. Y estar fuera del mercado puede ser una mala decisión.
Si la idea es invertir a largo plazo lo lógico es seguir con los planes de inversión, que no deberían ser otros que invertir cada vez que tenemos disponible, ni más ni menos. Ni siquiera repartir la inversión en distintos momentos para hacer un promediado del precio de entrada. Invertir cuando se tiene disponible es lo mejor. Y esperar, pues al final las bolsas subirán.