Por un lado estará la Comisión Nacional de Servicios Financieros (¿quizá CNSF?), que se encargará de supervisar tanto los mercados financieros (cosa que actualmente hace la CNMV) y también a las empresas de seguros (que actualmente realiza la Dirección General de Seguros).
Para el control de la solvencia, tanto de los bancos como de aseguradoras e instituciones de inversión, estará el Banco de España. Y esto me tranquiliza, ya que el Banco de España ha sido uno de los pocos supervisores que ha impedido que sus bancos supervisados se lanzaran a la locura de comprar hipotecas subprime.
Se supone que este cambio obedece, según Solbes, a lograr obtener un sistema de supervisión que esté entre los mejores del mundo, pero para mi que entre los objetivos está que desaparezca el mal nombre que le quedó a la CNMV después del culebrón de Endesa.
Vía | El País En El Blog Salmón | La dimisión de Manuel Conthe y el rol de la CNMV