Según los investigadores de la UDEF (Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal de la Policía Nacional), algunos de los directivos del supervisor podrían haber cometido delitos de cohecho, falsedad documental, amenazas, extorsión, blanqueo de dinero e integración en banda organizada. Casi nada.
La presidenta de la CNMV, Elvira Rodríguez, habría sido ya interrogada acerca de estas supuestas irregularidades, que ella misma sitúa en la época del gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero -concretamente, en los años de Manuel Conthe como presidente y posteriormente de Julio Segura-. No obstante, la presunta trama también habría operado bajo su mandato.
En estos días, varios nombres de firmas de inversión están saliendo a la luz como afectadas por el regulador, mientras otras aparecen como beneficiadas. No obstante, el nombre que más llama la atención de los que se han mencionado es el de Bankia, entidad con la que se “hizo la vista gorda” con las preferentes con las que arruinó a miles de ahorradores, mientras que con otras entidades fue mucho más estricta –supuestamente, sin motivos-.
Sea como sea, algo que finalmente dictaminarán las autoridades y la Justicia, parece que, tras muchos años de quejas, sospechas y dudas acerca de la CNMV, empieza a esclarecerse un asunto que, de ser cierto, debería sonrojar a toda la élite financiera de este país.
En el ojo del huracán desde hace tiempo
Y es que la suspicacia respecto a la forma de actuar del supervisor de los mercados españoles lleva años coleando. Casos como el de las preferentes de Bankia han sido los que más han sonado y más han hecho mella en su reputación, pero la cosa no queda ahí.
Con los productos financieros de alto riesgo comercializados por Bankia sólo emitió un informe desfavorable –un año después de que salieran al mercado- en el que llamaba a la entidad a cambiar algunas de sus condiciones de venta al público.
Pero con otros casos, se puede decir que la CNMV fue absolutamente ciega. En los de Pescanova y Gowex no fue capaz de darse cuenta de que las dos firmas falseaban sus cuentas para aparentar que su situación era de bonanza, cuando en realidad estaban en quiebra, lo que ha dejado a miles de inversores atrapados.
Por otra parte, y queriéndose curar en salud, el organismo fue rápido para acabar con Banco Madrid cuando se conoció que Estados Unidos denunciaba a la matriz de la entidad, Banca Privada de Andorra (BPA), de blanqueo de capitales. No obstante, la gestión ha dejado mucho que desear para muchos afectados por la quiebra de la filial del banco andorrano, pues se hizo rápido y corriendo sin ninguna hoja de ruta establecida.
Con la salida a la luz de esta presunta trama muchos estarán viendo sus deseos hechos realidad, pues llevan años denunciando el modus operando de la CNMV. Aunque todavía quedan muchos capítulos por escribirse antes de que conozcamos el desenlace de este culebrón, lo que está claro es que el regulador bursátil español lleva años funcionando a medio gas y haciendo que muchos inversores hayan tenido que acudir a los tribunales para reclamar su dinero.
Si es cierto o no que hay una trama corrupta en la CNMV, solo la Justicia lo dirá. Pero si de este escándalo debemos aprender algo es que en la vida –y en los negocios- hay que predicar con el ejemplo, y si la Comisión exige a las empresas cotizadas y firmas de inversión transparencia absoluta, ella debe de trabajar del mismo modo. Si no, España seguirá siendo considerada un verdadero chiringuito financiero.