Históricamente, Londres ha destacado como el mercado bursátil más grande del territorio europeo. Pero esta semana París le ha arrebatado la posición, alcanzando un valor de mercado de 2.823 billones de dólares frente a los 2.821 billones de Londres.
Para darse esta situación se han unido una serie de factores como son el Brexit, el desplome de la libra, las incertidumbres generadas de una eventual recesión y un repunte de las acciones de lujo de Francia como es el caso de LVMH.
Los recientes movimientos en el mercado de divisas han beneficiado a Francia, ya que el desafortunado proyecto de presupuesto con sus altos de recortes fiscales de septiembre de la ex primera ministra Liz Truss que no estaban compensados correctamente con recortes de gasto público hundió la libra esterlina a su valor más bajo frente al dólar estadounidense y provocó el caos en la economía.
El derrumbe de la confianza en el mercado británico se produjo tres semanas después de que Truss obtuviera el timón del país, y el mercado de acciones y bonos del Reino Unido perdió cerca de 500.000 millones de libras esterlinas en valor combinado.
Al mismo tiempo, economía inglesa se ha visto dañada de forma estructuralmente por el Brexit. Ha reducido la producción potencial de la economía, ha erosionado la inversión empresarial. La economía del Reino Unido es ahora la de peor desempeño de las economías del G7, con Brexit reduciendo significativamente la producción potencial de la economía, y la única que no se ha recuperado a los niveles anteriores a Covid.
Si echamos la vista atrás, Hace apenas cinco años, cuando el Reino Unido votó a favor de abandonar la UE, las acciones del Reino Unido valían 1,5 billones de dólares más que las de Francia. Sucede que las empresas de mediana capitalización del Reino Unido (empresas valoradas entre 2.000 millones de libras y 10.000 millones de libras) también se han visto muy afectadas por las previsiones negativas del Reino Unido se vería más afectado por la inflación que en otros lugares.
Las empresas más pequeñas y centradas en el consumidor se han visto gravemente afectadas por una recesión económica que se ha visto agravada por la crisis energética, la alta inflación y la reciente volatilidad del mercado.