El Banco Wegelin & Co., uno de los grandes bancos privados de Suiza, firmó ayer su sentencia de muerte al declararse culpable en los tribunales de Estados Unidos por ayudar a clientes de ese país a evadir impuestos. Wegelin era también el banco más antiguo de Suiza y lucía con orgullo su fecha de nacimiento: 1741. Pero desde ayer ya es historia: este banco tricentenario cerró sus puertas para siempre tras la sentencia de un tribunal de Nueva York. Este hecho marca un oscuro presagio para la banca suiza que ha conseguido grandes beneficios por el privilegio del secreto bancario. De hecho, el lema de Wegelin & Co era su carta de presentación:
“Ni el gobierno suizo ni ningún otro gobierno pueden obtener información sobre su cuenta bancaria”
Un exceso de confianza que ahora resulta tan vacío como inútil dado que la actual crisis financiera ha obligado a agudizar la vigilancia pese a que algunos bancos suizos siguen dando la espalda al tema. Como señalamos tras la cumbre de Londres de abril de 2009, perseguir a los paraísos fiscales y a los bancos que sirven de intermediarios en la evasión fiscal se ha convertido en un objetivo prioritario de los países más ricos del mundo, y es una de las lecciones de la política fiscal. Esta vez, una corte de Manhattan obligó a reconocer al banco Wegelin & Co fraudes de evasión fiscal por 1.200 millones de dólares en cuentas secretas durante una década. Pagará 74 millones de dólares en multas e impuestos.
Los ejecutivos del banco Wegelin & Co reconocieron que ayudaron a un centenar de ricos estadounidenses a ocultar sus fortunas en paraísos fiscales, otorgándoles cuentas secretas, empleando nombres en código y creando entidades ficticias en países como Panamá o Liechtenstein, como recoge The New York Times.
Violación de Ley de Derecho Tributario
El banco ayudaba a estos contribuyentes a presentar declaraciones falsas ante el Servicio de Impuestos Internos de Estados Unidos (IRS). violando la Ley de Derecho Tributario de ese país. Los ejecutivos de Wegelin sabían que esto era un delito pero pensaron que jamás serían juzgados en Estados Unidos dado que en ese país no tienen oficinas y todo se hacía en conformidad a la legislación suiza. Uno de los socios del banco aseguró que esta conducta “es una práctica común en la industria bancaria suiza”. Por eso que este hecho siembra un oscuro presagio para toda la banca suiza que ha lucrado en exceso de ese extraño privilegio llamado “secreto bancario”.
La admisión de culpabilidad por parte de Wegelin representa una clara victoria para el gobierno del presidente Obama, que ha tomado una dura ofensiva contra los estadounidenses que utilizan los bancos offshore para evadir impuestos. También demuestra el largo brazo del Departamento de Justicia que no se está dejando intimidar por los poderes de la banca. Es también el golpe más profundo dado contra la banca europea tras las acusaciones contra Barclays y UBS por manipular la tasa libor y HSBC por lavar dinero de la droga y el terrorismo, entre otros.
La muerte de este banco suizo puede tener un serio impacto sobre otros procedimientos judiciales que implican a otros bancos suizos en Estados Unidos. Once instituciones de ese país como Credit Suisse, Julios Baer y Baslar Kantonalbank, se encuentran bajo investigaciones similares en las que se ha detectado evasión tributaria por parte de clientes de Estados Unidos, por grandes sumas de dinero.
Las repercusiones también comienzan a sentirse en la propia banca suiza dado que muchos clientes, asustados por estas investigaciones, han comenzado a retirar su dinero de estos bancos. Los activos externos mantenidos en Suiza se han reducido un 25 por ciento entre enero de 2008 y septiembre de 2012, según el Banco Nacional Suizo. Esta salida de liquidez de la banca suiza ha forzado serios ajustes en el sistema y el número de desempleados se ha disparado un 32 por ciento en los últimos 12 meses. Y la banca todavía puede despedir entre el 15% y el 30 por ciento de sus empleados. Es todo un cambio para la economía y un fuerte golpe para el sistema financiero.
En El Blog Salmón | HSBC y el lucrativo negocio del lavado de dinero,
Más información | The New York Times, The Guardian
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