El banco estará abierto a otros países emergentes miembros de las Naciones Unidas, pero la cuota de BRICS nunca va a declinar por debajo de 55 por ciento. La presidencia tendrá una duración de cinco años, y rotará entre los miembros. El primer presidente debería estar designado este año y el banco estará en condiciones de hacer préstamos el 1° de enero de 2016. En la cumbre de la próxima semana, los BRICS crearán un fondo de emergencia de 100 mil millones de dólares, para amortiguar la próxima crisis financiera. China será el principal contribuyente a este fondo con 41 mil millones de dólares, seguido por Brasil, Rusia e India con 18 mil millones de dólares cada uno, y Sudáfrica, con 5 mil millones de dólares. El objetivo principal de este fondo de emergencia será proteger a las economías de estos países de las fugas de capital y de las volatilidades en los mercados de divisa.
De esta manera, a partir de la cumbre de la próxima semana en Brasil, los países BRICS se identificarán con un banco y con disposición de reservas de carácter contingente para atenuar los ciclos económicos que generan, reproducen y amplifican las burbujas especulativas. Cuatro de estos países (Rusia, India, China y Sudáfrica) han sugerido ciudades para albergar la sede de este nuevo banco, pero Shanghai y Nueva Delhi se presentan como las favoritas.
Para India y Brasil la existencia de este nuevo banco puede convertirse en una prometedora fuente de fondos para sus enormes necesidades de infraestructura, mientras que para China es una forma de generar opciones a sus recursos mientras las instituciones dominadas por Estados Unidos (BM, FMI) siguen en punto muerto. A China, además, le abre la puerta a ampliar el mercado de su moneda, el renmibi o yuan, más allá de los países asiáticos, y afianzarse como la segunda moneda de reserva mundial.
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