El Presidente del BBVA, Francisco González, ha impulsado una reforma en los Reglamentos del Consejo de Administración. Su finalidad, elevar a 70 años la edad máxima de los Consejeros. Esto significa que FG, con 63 años, aun tiene 7 años más para poder seguir ejerciendo el cargo, estirando así los dos años que le quedaban actualmente. Resulta sumamente curiosa esta noticia:
<li><strong>El BBVA se ha caracterizado por una fuerte política de prejubilaciones</strong>. En cuanto sobrepasaba los 50 años, al empleado del BBVA se les ponía cara de medio parado medio jubileta, y era invitado a abandonar la entidad financiera vía prejubilaciones (aviso a navegantes, las prejubilaciones como figura legal no existe, se trata de un despido más o menos pactado, de unas indemnizaciones complementarias, de aprovechar los resquicios legales). Y esa tendencia recorre de arriba a abajo el escalafón del BBVA (<a href="http://www.granadaenlared.com/noticias/0506/07185003.htm">ay de quien se oponga</a>), desde el currito de a pie hasta el director general. Curiosamente <a href="http://www.granadaenlared.com/noticias/0506/07185003.htm">en el caso del Sanedrín directivo, y especialmente en el de su Presidente la tendencia es la contraria</a>. Amplían sus plazos de permanencia, nos hacen participes de su brillante gestión por más tiempo. ¿Por qué las prejubilaciones son buenas para unas pero no para otros?</li>
<li>Los medios relevantes (léanse los viejos dinosaurios de papel) nos venden la noticia como un ejemplo más de las aplicaciones del <a href="http://actualidad.terra.es/nacional/articulo/cnmv_proyecto_codigo_unificado_gobierno_684243.htm">Código del Buen Gobierno</a>. Impresionante. .</li></ul>
Y es que alguno pensará que FG hará con su empresa lo que quiera. Ahí esta la clave precisamente, que no es su empresa. ¿Cuántas acciones tiene el Sr. Presidente?