La canciller alemana Angela Merkel ha vuelto a la carga en su particular cruzada con sus creencias respecto a la menor productividad laboral de los países de la Europa mediterránea, intentando justificar una revisión de las edades de retiro de los trabajadores de estos países, al criticar que no es ‘justo’ que países con una peor situación financiera, con mayores cotas de desempleo, etcétera, sus trabajadores se puedan jubilar antes que en Alemania.
En mi opinión, hay algunas líneas que acepto y otras de las que naturalmente discrepo. En primer lugar, sí estoy de acuerdo respecto a la homogenización de la edad de jubilación, porque si formamos parte de un área económica, que ha de tender a sincronizarse más, lo razonable es que no haya diferencias respecto a qué edad se pueden jubilar los trabajadores de cada uno de los países que integran la Unión Europea. Pero, en cambio, lo que afirma respecto a la menor productividad laboral de estos países, creo que ha estado desacertada.
¿Por qué? Porque en casos como el de España ni se ‘pierden’ más horas al año en huelgas que en Alemania, ni somos un país inestable, ni tampoco cobramos lo mismo que los alemanes. Por lo que si tenemos en cuenta el coste del factor trabajo, nuestra productividad sería más alta, al suponer una menor carga para las empresas los costes salariales por unidad de servicio o producción.
En conclusión, creo que aún se siguen teniendo en cuenta los tópicos y los prejuicios para hacer análisis de este calado dentro de la Unión, y aunque entiendo el malestar de Merkel respecto al sobreesfuerzo que ha de realizar su país para atender apoyos financieros como el Grecia, no podemos centrar la raíz del problema en esta discusión, puesto que hay otros muchos aspectos que escapan a la propia voluntad de los trabajadores, y que por desgracia, no suelen ser señalados con la misma dureza.
Vía | El Economista
En El Blog Salmón | Merkel sale en defensa de una Eurozona unida
Imagen | worldeconomicforum