El mes de febrero marcó un nuevo récord en el número de desempleados que no perciben ningún tipo de prestación. En concreto, 2.137.390 parados ya no cuentan con ningún tipo de ayuda gubernamental para salir adelante. La situación es alarmante: estamos hablando de más de dos millones de personas sin ingresos y con un futuro desalentador. La tasa de cobertura se encuentra en el nivel más bajo desde que comenzó la crisis: sólo el 63,25 % de los desempleados cuentan con ayudas públicas, 4,7 puntos menos que el año anterior y a años luz del nivel de protección del 80,9 % que se llegó a alcanzar en 2010. Además, siguiendo la tendencia y dada la evolución del mercado laboral español, sólo podemos esperar que este indicador continúe descendiendo en los próximos meses.
España se encuentra inmersa en un viaje sin retorno hacia la pobreza del que tardará años en salir. Con esto post no trato de defender que se alarguen las ayudas públicas a los desempleados, lo cual quizás sea éticamente correcto pero inviable económicamente dado el gigantesco agujero que representa el gasto público estatal, además de ineficiente, sino hacer hincapié en la desesperada situación de estas personas.
Nuestro mercado laboral sigue expulsando trabajadores mes a mes y ofrece escasas o nulas posibilidades de integrarlos, lo que termina traduciéndose en que estas personas agoten su prestación y se queden, como he dicho más arriba, abandonadas a su suerte. La situación sociolaboral de los parados exige la implementación de nuevas medidas para combatir el desempleo. Hay que darle la vuelta a la tortilla antes de que sea demasiado tarde, si es que no lo es ya. El desempleo español ya se ha convertido en estructural y se necesitarán años para acabar con él.
Vía | El País En El Blog Salmón | El paro baja en 4.979 personas por el efecto de Semana Santa, efecto insuficiente Imagen | No man´s land