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La empresa está pensada por hombres y para hombres del siglo pasado. Hay que repensar el trabajo si queremos no llegar tarde a algunos problemas como la baja natalidad, los fracasos escolares...Todo tiene que ver con que no se está en casa y no se convive. Además, cada vez llegan a la empresa personas más egocéntricas, incapaces de hacer equipo. Hay un triángulo entre familia, empresa y sociedad. El que no vive en familia no puede llevar esta experiencia a la empresa, ni a los ciudadanos. Además, desde la perspectiva empresarial caminamos hacia la escasez de talento y algunos sectores no encuentran personal capacitado. Por lo tanto, lo de la conciliación no es un lujo, es una necesidad.
Estamos en un momento en el cual las empresas y los trabajadores deben acordar formas diferentes de organizar la estructura del trabajo. No sólo está la ley del Estado que exige igualdad de género en las empresas sino cómo está organizado el mercado de trabajo no concuerda con las necesidades más amplias de la sociedad.
La necesidad de igualdad de género, los cambios necesarios para que los mayores tengan más cabida en el mercado de trabajo, la necesidad de integrar los jóvenes al mercado de trabajo. Temas pendientes.
Queda mucho por resolver y la profesora Chinchilla aporta ideas interesantes.
Vía | El Periódico de Aragón En El Blog Salmón | Posts sobre el mundo laboral