En EEUU llevan años con un debate muy intenso sobre el salario mínimo. La razón es que al haber un Estado del Bienestar muy limitado (de hecho en muchos Estados se podría decir que no existe, si acaso Estado de la Beneficencia), la normativa de salario mínimo es prácticamente el único mecanismo legal para reducir la pobreza.
Todo este debate ha hecho que los salarios mínimos suban en bastantes Estados, aunque a nivel federal la cantidad sigue inalterada desde 2009 (7,25 dólares la hora). Y, además ,la presión mediática sobre algunas empresas, como Walmart, el mayor empleador privado del país con 1,5 millones de trabajadores, es muy fuerte para que suba los sueldos.
Y de hecho, así ha sido. A principios de este año Walmart ha anunciado que subirá el sueldo de sus empleados a un mínimo de 11 dólares la hora. Sin embargo detrás de este movimiento hay algo más. Walmart está dibujando lo que va a ser el futuro del trabajo en todo el mundo.
Salarios y futuro
Walmart hace este anuncio por tres motivos. Primero, porque la presión sobre ellos es insoportable. La prensa lleva años señalando los bajos sueldos en Walmart, y como muchos empleados viven con ayudas sociales porque los salarios que reciben les mantienen en niveles de pobreza.
Segundo, porque ha tenido una excusa, la rebaja fiscal de Trump, que le va a proporcionar más beneficios (si lleva año sin hacer caso a las presiones necesitas una excusa para hacerlo). Y tercero, porque está empezando a implementar una estrategia para deshacerse de los trabajadores que cobran menos.
Y es que la verdadera medida de si un sueldo es adecuado o no es la productividad del trabajador. Y aunque muchos empleos sean necesarios en Walmart, el valor que le genera a la compañía es bajo, y no se puede permitir subir esos sueldos sin laminar seriamente la viabilidad de la compañía (y menos aún con la fuerte competencia online de Amazon que le acosa).
Realidad: automatización y subcontratación a autónomos
Lo cierto es que Walmart está llevando a cabo un proceso de eliminar los empleados con sueldos más bajos, los menos productivos. Y esta estrategia tiene dos vertientes. La primera es la de la automatización y la segunda es la de la subcontratación a autónomos.
La automatización consiste en robots realicen tareas que hacen humanos. El ejemplo típico que llevamos años viendo en España son las cajas sin empleados, en las que el cliente pasa sus productos por el lector de código de barras y realiza el pago. La tecnología está perfeccionando esta técnica y no hay más que mirar la tienda de Amazon en Seattle, donde no existen la cajas. Este tipo de sistemas se va a ir extendiendo.
Pero automatización también son cosas que normalmente el cliente no ve, como los tránsitos de mercancías, la reposición en las estanterías, la limpieza, la gestión del inventario y un largo etcétera.
Pero hay tareas que todavía no pueden hacer las máquinas, como por ejemplo gestionar los pedidos online. Ahí tiene que haber empleados que confeccionen el pedido del cliente y se lo lleven a sus casas. Ahí es donde interviene la subcontratación a autónomos: gente que no es empleada de Walmart pero que cobra por preparar la compra; gente que no es empleada de Walmart pero que la transporta a los clientes. Esto permite a Walmart realizar tareas pagando a muy bajo precio sin que figure en las cuentas de la compañía los bajos costes laborales. Pero siempre sin perder de vista que cuando las tareas se puedan automatizar estos empleos de bajo valor añadido desaparecerán.
Un futuro automatizado y con trabajadores autónomos
En EEUU los sueldos no despegan a pesar de la recuperación económica y el pleno empleo. Tampoco hay inflación. El modelo del pasado parece roto, cuando en los tiempos de bonanza los sueldos y la inflación se disparaban.
Los economistas buscan explicación a este fenómeno y una de ellas es que el empleo que se está creando en los segmentos menos productivos es de la forma de autónomo: esporádicos, muy ligado a la economía colaborativa (Uber y compañía) con sueldos realmente bajos. Y además esos trabajos corren el riesgo de desaparecer en el futuro, ya que la automatización de ciertas tareas va llegando poco a poco. Y si los sueldos son más altos llegará aún más rápido, ya que el beneficio para las empresas que las implementen será aún mayor.
Además hay otro efecto que pocas veces se comenta. En el pasado la forma más eficiente de organización empresarial era la contratación de trabajadores. Si una organización quería hacer algo lo normal es que contratara a gente, ya que mantener el control de la calidad y la información era imposible de otra manera. En cambio en una sociedad hiperconectada como la que tenemos ahora es mucho más fácil subcontratar tareas. Los modelos organizativos clásicos perviven, por supuesto, pero al final la ola acaba llegando (y más después de la Gran Recesión, con mucha destrucción de empleo: los cambios siempre son más fáciles si hay destrucción).
Quizá en el futuro sean mucho más frecuentes las empresas con pocos empleados, subcontratando tareas de forma habitual (y no solo en un país, sino en cualquier sitio del mundo), y automatizando todo lo posible. Donde antes hacían falta 10 empleados para llevar las cuentas de una empresa ahora solo hace falta media con el software adecuado, y quizá la empresa se de cuenta de que para tener medio empleado no hace falta contratar a uno, sino tener a un autónomo que dedique la mitad de su tiempo (y por ejemplo dedique la otra mitad de su tiempo a atender a otra empresa o a tener tiempo libre, ya sea porque quiere o porque no le queda más remedio).
Lo que está claro es que Walmart nos enseña un camino, el camino del empleo del futuro. Hace unos años podía parece distópico, hoy no tanto. Veremos como se adaptan los Estados para regular este tipo de relaciones laborales que puede que hagan trizas los cimientos del Estado del Bienestar.
Imagen | Gamma Man