Ya tenemos el últimos escándalo criptofinanciero: la debacle de Terra Luna y Terra UST. Era un proyecto para hacer una stablecoin, es decir, una criptomoneda sin volatilidad, con una convertibilidad con el dolar. Y sin embargo después de los acontecimientos recientes ha perdido esta paridad y dejado a mucha gente sin sus inversiones.
Lo cierto es que el diseño de la stablecoin es de todo menos fácil. Aseguraban que con un mecanismo ingenioso podrían tener una moneda estable sin tener que acumular dólares, usando un mecanismo de arbitraje con incentivos para los inversores. Incluso las explicaciones más simplificadas son difíciles de entender. Y esto nos lleva a una inevitable conclusión.
No inviertas en lo que no entiendas
La primera lección es que si algo es demasiado complicado es mejor no invertir en ello. No es una lección nueva: en 2008 se pudo que ver que aquellos productos que aseguraban que un diseño inteligente de los mismos podía mezclar deuda triple A con basura y convertirse en triple A, el milagro de los panes y los peces, estaban mintiendo.
Si enrevasamos un producto financiero puede que haya una aparente sensación de seguridad pero lo que realmente está pasando es que la complejidad nos impide entender sus defectos. Y por tanto es mejor no invertir en ellos.
El hundimiento de la criptomoneda Terra Luna y su stablecoin UST nos lleva a la misma conclusión: si el producto asegura que es seguro debido a su complejidad y es difícil de entender las consecuencias de ciertos movimientos es mejor no invertir. O hacerlo únicamente con dinero que no se quiera perder y no apostarlo todo como parece que ha hecho mucha gente.
Las stablecoins son una quimera
Pero no es la única lección que nos deja este hundimiento. La segunda es que las stablecoins son una quimera. Pegar una divisa a otra, independientemente de si son cripto o no, requiere soportar unos niveles de estrés de liquidez impresionantes.
Esto, una vez más, no es nuevo. Argentina lo sufrió en 2001, cuando no pudo mantener pegado el peso al dólar. Y ahora lo sufre UST. Y también la cotización de Bitcoin, pues el mecanismo para intentar mantener pegada la criptomoneda al dólar tuvo que vender miles de millones de dólares en Bitcoin arrastrando así la cotización de la moneda.
Sí, es cierto, existen stablecoins que acumulan dinero fiat como respaldo. Pero si no hay un dólar por cada cripto emitida puede haber tensiones. Y si acumulan suficientes reservas, ¿para qué queremos dicha cripto? Para eso mejor tener dólares directamente.
Nunca apostemos todo a una inversión
La diversificación es fundamental a la hora de invertir. No poner todos los huevos en una única cesta es la regla de oro. Da igual que el Nasdaq suba como la espuma, puede bajar. Da igual que el mercado inmobiliario esté caliente en una zona, pueden construir un vertedero al lado. Da igual que los bonos sean triple A, el emisor puede quebrar.
Son lecciones que deberían estar muy claras. Pero no lo están, por lo que se ve en algunos foros sobre Terra Luna. Y es que, además, las inversiones en este tipo de productos especulativos, como las cripto, deberían ser una pequeña, muy pequeña porción del capital.
Si algo puede quebrar ya habrá quien lo intente
Algunas de las quejas de los afectados por este suceso dicen de que ha habido un ataque explícito a Terra Luna. Y es cierto, un ataque de alguien que ha sabido ver las debilidades del diseño y que se ha enriquecido en el camino.
Pero es que los mercados financieros son así. Cuando Gowex tenía agujeros en su modelo de negocio la hundieron y se enriquecieron en el camino. Pero es que los mercados limpian así los fraudes, fraudes a veces tan complejos que los reguladores no son capaces de destapar.
Mejor que Terra Luna y UST hayan tenido sus problemas hoy que dentro de unos años. Si un producto así sigue funcionando más tiempo la bola se hace más grande. Así que dejemos que los mercados hagan su trabajo. Mejor, obviamente, si el regulador lo impide antes, pero si no, no nos quejemos de ataques: si Terra Luna y UST hubieran tenido un diseño solvente hubiera aguantado un ataque. Pero ya sabemos cual ha sido la historia.