Bill Gates anunció el jueves que dentro de dos años abandona la gestión diaria de Microsoft para dedicarse a su fundación filántrópica. A pesar de esta retirada seguirá siendo presidente de honor de la compañía.
A los inversores no parece que les haya afectado mucho la noticia, puesto que la cotización bursátil de Microsoft no ha variado. Será porque quedan dos años para su retirada y la gente que se va a hacer cargo de la compañía es bastante competente: Steve Ballmer, actual CEO de Microsoft, y Ray Ozzie, creador del programa Lotus que entró a formar parte de la compañía en 2005. En un momento tan delicado para Microsoft, con su próximo sistema operativo Windows Vista, que no hace más que retrasarse, y con el software libre haciéndole despertar del letargo en el que había entrado al no tener apenas competencia, la decisión de Bill Gates puede ser acertada.
Por un lado dedicarse en exclusiva a su fundación caritativa, que es la mayor del mundo. Y por otro dejar paso a una nueva generación que sepan acometer los retos del futuro, pero con el respaldo del antiguo presidente que estará ahí si se le necesita.
Vía | Cinco Días (I y II) En El Blog Salmón | Bill Gates