La tienda de lujo inglesa, Harrods, acaba de ser vendida al holding de inversión de la familia real de Qatar por un precio de €1.760 millones.
Con esta compra-venta, se hablará mucho del cambio de propiedad de un edificio y negocio emblemático, se hablará mucho de que un forastero vende una joya inglesa a otro forastero, incluso se hablará mucho de la muerte del hijo del vendedor y de su novia, en un accidente de tráfico en las calles de París, por causa del alcohol.
Se hablará poco de la historia de pobreza a riqueza del vendedor y de cómo se hizo con uno de los negocios más emblemáticos del Reino Unido y se hablará poco del valor de los amigos para conseguir riquezas.
Allí por los años 1980, Harrods era uno de los activos más emblemático de la empresa House of Fraser, empresa cotizada en la bolsa de Londres. Esta empresa estaba sufriendo varias agresiones bursátiles, incluyendo OPA hostil, de otra empresa, Lonrho, cuyo presidente quería comprar Harrods y, cómo House of Fraser no se lo vendía, fue por la empresa completa a través de la bolsa.
El profesor Roland Smith, entonces presidente de House of Fraser, quería quitar a Lonrho de enmedio y habló con su amigo Mohammed Al Fayed, para que este y su hermano compren Harrods financiado por deuda, ya que los hermanos no tenían dinero y, para ayudar, el profesor Smith habló con sus bancos para que financien la operación. El objetivo del profesor Smith era esperar un tiempo hasta que Lonrho se canse y recomprar Harrods de los hermanos Al Fayed.
Para eso, dice que acordó con los hemanos un pacto de recompra que mantuvieron secreto. Posteriormente, los Al Fayed no aceptaron que ese acuerdo secreto de recompra existía y, el profesor Smith no podia forzar el acuerdo que no habían firmado de forma legal.
Los Al Fayed vienieron de un barrio pobre de Egipcio y, con sus amistades, consiguieron llevarse una de las joyas inglesas. Ahora, con esta venta, han embolsado €1.760 millones. No está mal y demuestra, una vez más, el valor para los negocios de tener amigos bien situados.
Vía | BBC News (en inglés) En El Blog Salmón | La magia financiera de Roman Abramovich