Mónaco, también conocido con el nombre de "La Roca" es un principado de aproximadamente 200 hectáreas (un 20% de ellas que ha robado al mar) encajonadas entre los alpes y el Mediterráneo francés e italiano.
Tras varios días en estado grave, hoy falleció el Principe Rainiero III de Mónaco a los 81 años de edad.
Desde que heredó el principado en el año 1946, Rainiero lo ha gobernado como si fuera una empresa, hasta convertirlo en un enclave fundamental dentro de las finanzas mundiales.
Todo ello a golpe de ventajas fiscales para grandes fortunas y empresas, y un boom inmobiliario sin precedentes.
El poder del "Patrón", como también era conocido, no es fruto de la suerte, sino de una política que le hace figurar, junto a Liechtenstein, Andorra, Liberia y las islas Marshall, en la lista negra de paraísos fiscales no cooperativos establecida por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
Con unos 32.000 habitantes, de los cuales poco más de 6.000 tienen la nacionalidad monegasca, el Principado cuenta con unas 70 entidades financieras, incluidos más de 45 bancos, con más de 300.000 cuentas abiertas, o sea, más de 10 por habitante.
Según cifras oficiales, esas cuentas albergaban 49.000 millones de euros en 2003.
La evolución de Mónaco en 30 años resulta increible, los ingresos del Estado se han multiplicado 20 veces y su fondo de reserva es cuatro veces su presupuesto anual, mientras que el volumen de negocios anual ronda los 9.000 millones de euros.
¿Sabrá ahora su heredero el Príncipe Alberto, continuar con esta auténtica gestión empresarial?
Vía | Terra