Nos encontramos ante menos de seis meses antes de que el Reino Unido abandone la Unión Europea, la Primera Ministra Theresa May aún no ha encontrado una propuesta de vínculos económicos que satisfaga a los negociadores de la UE y a los dos bandos de su dividido partido conservador.
El Gobierno ha intensificado la planificación de un llamado Brexit sin acuerdo cuando la quinta economía más grande del mundo abandone la UE el 29 de marzo de 2019, un paso que podría asustar a los mercados financieros y dislocar los flujos comerciales a través de Europa y más allá.
Si el Reino Unido no llega a un acuerdo con la UE, el país pasaría de un comercio sin fisuras con el bloque comercial más grande del mundo a acuerdos aduaneros establecidos por la Organización Mundial del Comercio para los Estados externos sin acuerdos preferenciales.
El Reino Unido se la juega
El Reino Unido se la juega con el Brexit. Sus relaciones comerciales están muy concentradas en gran medida sobre la UE: La UE, en su conjunto, es el mayor socio comercial del Reino Unido. En 2017, las exportaciones del Reino Unido a la UE fueron de 274.000 millones de libras (44% de todas las exportaciones del Reino Unido). Las importaciones del Reino Unido desde la UE fueron de 341.000 millones de libras (53% de todas las importaciones del Reino Unido).
Los servicios representaron el 40% de las exportaciones del Reino Unido a la UE en 2017. Los servicios financieros y otros servicios comerciales (una categoría que incluye servicios legales, contables, publicitarios, de investigación y desarrollo, arquitectónicos, de ingeniería y otros servicios profesionales y técnicos) son categorías importantes en las exportaciones de servicios a la UE: en 2017, estas dos categorías de servicios representaron el 52% de las exportaciones de servicios del Reino Unido a la UE.
Por otra parte, más de la mitad de las inversiones extranjeras directas en el el Reino Unido procede de la UE. Este porcentaje se ha mantenido relativamente estable en los últimos años. Sin embargo, el valor absoluto los volúmenes de inversión se han más que triplicado desde el comienzo del milenio.
Y todo ello está en el aire con las actuales negociaciones. Debido a esto, una encuesta de Deloitte refleja las inquietudes de las principales empresas británicas en relación al Brexit. Según lo que se desprende tras encuestar a 103 directores financieros de grandes empresas fueron encuestados sobre el complicado divorcio del Reino Unido con la UE, un récord del 75% de las principales empresas británicas son ahora pesimistas sobre Brexit.
Según el último informe de UBS, su PIB ya es un 2,1% más bajo comparado con el nivel donde habría estado sin Brexit. A todo ello, La inversión es un 4% más débil, la inflación es un 1,5% más alta y el consumo es un 1,7% más bajo.
Para entender lo que suponen esos dos puntos de PIB perdidos, es aproximadamente de un cuarto a un tercio de los costes totales de Brexit estimados en las evaluaciones más pesimistas antes del referéndum de la UE y casi iguales a los costes totales de algunos de los más optimistas.
La industria automotriz se prepara para un 'no acuerdo'
La industria automotriz es especialmente potente en el Reino Unido. Aporta el 9,4% de la producción manufacturera, emplea directamente a 186.000 personas, muchas de ellas en el centro de fabricación de West Midlands, y otros 856.000 en cadenas de suministro asociadas en todo el Reino Unido y todo el sector contribuye al 12% de todas las exportaciones del país.
Las actuales previsiones sobre el sector en el Reino Unido prevén de un descenso del 2,8% en la producción de vehículos en 2018 debido a la caída de la tasa de inversión en el sector de la automoción. Esto se debe a que los fabricantes de automóviles posponen los gastos de capital no esenciales hasta que se disponga de más claridad sobre la relación comercial entre el Reino Unido y la UE más allá del 2020.
Varios fabricantes de automóviles han pedido a los negociadores de Brexit que eviten un escenario de "No acuerdo", advirtiendo que tal salida afectaría a la producción y a la inversión en el mercado.
El fabricante alemán de automóviles BMW dijo recientemente que adelantaría el cierre previsto de su planta de Oxford para comenzar el mismo día en que el Reino Unido abandone la UE, en un intento de minimizar la posible perturbación que crearía un Brexit sin acuerdo.
En la misma línea Honda comentó que un Brexit sin acuerdo le costaría decenas de millones de libras, mientras que el Jaguar Land Rover ha tomado ya medidas para los trabajadores de su planta de Castle Bromwich a una semana de tres días debido a "los continuos vientos en contra que afectan a la industria del automóvil".
Toyota declaró que un Brexit sin acuerdo provocaría una interrupción temporal de la producción en el Reino Unido, principalmente en su planta de Burnaston. Ante este escenario la empresa ha comentado que resultaría difícil predecir cuánto tiempo duraría el período de paro.
El Grupo PSA que integra Peugeot, Citroën, Opel y Vauxhall probablemente ha sido la voz más dura. Maxime Picat, vicepresidente ejecutivo para Europa de la compañía ha comentado:
"Hemos estado haciendo todo lo posible para desarrollar nuestro negocio en el Reino Unido, restablecer la rentabilidad de Vauxhall y Opel, reinvertir en Luton y mejorar la competitividad de nuestras instalaciones para ayudarles a afrontar un futuro incierto. Pero hay límites. Estos límites son las barreras aduaneras y la pérdida de la libertad de circulación de personas y mercancías. Si llegamos a ese punto, estaremos obligados a tomar medidas. Si de repente tenemos que empezar a fabricar para el Reino Unido en el Reino Unido, y para Europa en Europa, necesariamente habrá un impacto en la producción del Reino Unido".
La banca mueve ficha
Los bancos están trasladando parte de su negocio y personal de Londres a ciudades de toda Europa debido a que existen unos riesgos y costes adicionales sin estar seguros de aumentar sus ingresos. Varios de los bancos más grandes del mundo están en proceso de reubicar a una cantidad de personal que trata directamente con los clientes y algunas funciones de back-office.
Por ejemplo, en el caso del Santander, se ha optado por trasladar todo el negocio de banca de inversión a Madrid. En volumen de activos estamos hablando de 22.900 millones de libras (más de 25.000 millones de euros). En consecuencia, el Santander UK centrará su negocio en la banca minorista y pymes.
La prisa por establecer oficinas en Europa continental ha sido provocada principalmente por el temor de perder los beneficios de los "pasaportes" de la UE, que eliminan las fronteras internas y permiten a los bancos que operan en Londres servir a clientes de todo el bloque.
Los bancos, que incluyen JP Morgan, Goldman Sachs, Citi, Morgan Stanley y Bank of America, están fragmentando sus operaciones expandiendo o lanzando servicios en más de una ciudad. Al tiempo que refuerzan sus operaciones en centros financieros tradicionales como Frankfurt, Luxemburgo y París, también están intentando expandirse en ciudades como Madrid, Milán, Berlín y Dublín.
Al restar importancia a los vínculos con Brexit, los bancos apuntan a que estas mudanzas los acercarán a los clientes y reducirán los costes de concentrar sus operaciones en Londres.
Desde el punto de vista de los consumidores, ante un Brexit no acordado, los británicos harían frente a unos servicios financieros más caros para realizar pagos con tarjeta en la UE y que las empresas del continente podrían quedar aisladas de los bancos de inversión de Londres.
Y lo que más inquietud está generando... Más de un millón de británicos que viven en el extranjero podrían no tener acceso a sus servicios bancarios para recibir pensiones y salarios.
Buscando el refugio en Alemania
Según la agencia Germany Trade & Invest, unas 152 empresas se trasladaron del Reino Unido a Alemania el año pasado, más de un 20% frente a los datos de 2016. Esta cifras suponen todo un récord de empresas británicas invirtieron en Alemania el año pasado para ayudarles a hacer frente a los efectos inminentes de Brexit y se prevé que esta tendencia continúe.
Uno de los puntos clave es el sector financiero... Y si Reino Unido pierde, Alemania es el principal ganador. La Asociación de Bancos Extranjeros de Alemania estima que se crearán entre 3.000 y 5.000 nuevos empleos en Frankfurt en los próximos dos años como resultado de Brexit. Cuatro bancos, Citigroup, Morgan Stanley, Nomura Holdings y Standard Chartered, ya han seleccionado la ciudad alemana para su sede en la UE para proteger su acceso continuo al mercado único.
Al mismo tiempo, casi 7.500 británicos adquirieron la ciudadanía alemana el año pasado. Esto sigue a un aumento del 361 por ciento en 2016, lo que eleva el total para los dos años a alrededor de 10.400. Esto es más del doble del número de británicos que se convirtieron en alemanes en los 15 años a partir del año 2000.