Según dicen ellos mismos esta medida les permitirá ahorrar 2.000 millones de euros anuales (y eso que por el billete en papel cobran más que por emitir el electrónico) y salvará de la tala 50.000 árboles. Una medida muy loable lo de los árboles, aunque estoy seguro que ha pesado más lo del dinero a la hora de tomar esta decisión. Eso sí, por un lado las compañías aéreas se ahorran el papel y por el otro los usuarios imprimimos el localizador, con lo que los árboles al final no se libran.
Y es que ya casi ni me acuerdo de cómo eran los billetes en papel. La comodidad que otorga el hecho de tener el billete electrónico es innegable. Ahora el siguiente paso para ahorrar costes y sobretodo salvar árboles es llevar tanto el localizador como la tarjeta de embarque en el teléfono móvil, como códigos QR.
Vía | El País