El presidente de la República de Francia, Nicolas Sarkozy, tiene emprendida una cruzada contra Google. El motivo expuesto es el que siempre argumenta Francia, una empresa extranjera que tiene una parte muy importante de un sector que considera estratégico. En este caso el de la publicidad.
Como Google acapara una gran porción del sector publicitario en Internet en Francia y paga impuestos en EEUU, Sarkozy considera que debería tener una tasa especial, que además sirviera para compensar a los creadores de contenido.
En toda esta argumentación hay verdaderas barbaridades, aunque en una cosa estoy de acuerdo, que comentaré más adelante. Lo que me parece una barbaridad es que quiera crear una nueva tasa porque es un mercado dominado por una empresa extranjera, y sobretodo que ese dinero no vaya para el Estado, sino para los creadores de contenido. A mi entender, de tener que pagar alguien, deberían ser realmente los creadores de contenido los que pagaran a Google por lograr que miles de personas encuentren dichos contenidos, al igual que las empresas pagan por aparecer en las Páginas Amarillas.
Pero en una cosa estoy de acuerdo. Google domina demasiado el mercado publicitario en Internet. La competencia es escasa en la publicidad de relleno, y esto no beneficia a los anunciantes. Sería deseable que surgieran otras empresas capaces de hacer lo que hace Google, que hubiera competencia como en todos los sectores. Pero esto no se soluciona creando una tasa que vaya a los creadores de contenidos.