Me consta que el profesor Huerta de Soto tiene numerosos “fans” en este blog. Para ellos, y para los escasos liberales que pululamos por el mismo, os dejo en esta lluviosa tarde de jueves este video, y este artículo, que desarrolla su tesis de que el socialismo acabó con Roma. El asistencialismo, el pan y circos, unido a los procesos inflacionarios creados por los gobernantes y el control de los precios acabaron con nuestra vieja metrópoli.
Me imagino que a muchos, hablar de socialismo o de Estado del Bienestar en la Antigua Roma, les causa una suerte de sarpullido. Si les molesta especialmente hablemos de estatismo, de intervencionismo, para no manchar los ropajes de los nuevos evangelios progresistas.
Yo también creo que las causas económicas que señala el profesor contribuyeron de un modo decisivo a la crisis y derrumbe del Imperio, a su implosión. Sin embargo, creo que hay más motivos para explicar el decaimiento social de ese gigante. Y quIZÁ su idealización nos impide verlo.
Los romanos eran gente práctica, y su Derecho, el Derecho Romano, es uno de los mejores legados que hemos recibido, por mas que hay gente que siglos después desee acabar con los vestigios que conservamos del mismo en nuestro ordenamiento. Pacta sunt servanda, los pactos deben ser cumplidos. Un Derecho que velaba por el cumplimiento de las obligaciones, por el respeto a la propiedad privada, por favorecer las relaciones económicas…todo ello ayudo al desarrollo romano.
Pero seamos claros, esto operaba de puertas adentro. De puertas afuera Roma era una potencia expansionista, que hacia de la conquista y saqueo una maquinaria económica que le permitía el impulso de las arcas públicas y de los negocios privados. Pensemos en el esclavismo, en las contribuciones de los pueblos sometidos, en las colonias implantadas a lo largo de todo el Mediterráneo para explotar los recursos naturales, etc. Vamos, que en Numancia no les aplicaron precisamente la legalidad romana.
Me temo que, junto con las causas que señala Huerta de Soto, cuando el Imperio detuvo su expansión, cuando no pudo seguir saqueando, robando, esclavizando, el engranaje se empezó a desmontar. ¿Y por qué se freno? Quizás se había llegado al límite de control territorial con la tecnología de la época, quizás faltaba la voluntad de conquista en una sociedad adormecida por el pan y circos. No lo sé. Lo cierto es que creo que el modelo romano necesitaba su Lebensraum permanente y al fallarle éste el resto de la maquinaria perdía sentido.
Evidentemente, esto iba en paralelo con las causas explicadas por Huerta de Soto. Confluyen estas y algunas más en una sociedad donde los bárbaros no estaban a las puertas. Estaban dentro. Eran los mercenarios de una Roma que los había integrado, bien bajo la ciudadanía, bien bajo acuerdos de colaboración. Y cuando la economía se desintegró, el leve aleteo en las fronteras de un pequeño grupo de bolcheviques godos (si se me permite la ironía), de una minoria organizada y con propósito, acabo con el simulacro.
En todo caso, os recomiendo la lectura del artículo una vez más. Y a nuestros gobernantes les conmino a que aprendan de la Historia o pasen a formar parte de ella.
Vía | Mises.org
En El Blog Salmón | Érase una vez…el Gasto Público
Más información | Otro blog sin sentido, como la vida misma