En efecto, el Otoshidama es una tradición japonesa propia del año nuevo, consistente en regalar dinero a los niños de tu entorno familiar. Pero en vez de hacerlo con una transferencia se hace al estilo japo (¿qué se puede esperar de aquellos que entregan y reciben las tarjetas de visita con ambas manos?
Como vemos hay unos sobre especiales para este propósito, que parecen tener bastante más clase que el equivalente que vendrían a ser nuestras vulgares tarjetas de felicitación. En Kotaku podéis contemplar pequeñas maravillas de sobres y cómo integran los billetes que van dentro, otra demostración de que se puede hacer arte con el dinero.
Ojalá nuestros yakuzas locales imiten algún día estos modelos y se dejen de billetes usados y sin marcar y sobres sin gracia. Delincuentes sí, pero que no se pierda la elegancia, casi como si fuese una ceremonia del té.
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