Había acordado pagarla en varios años el 43% de su patrimonio, valorado en ese momento en casi 28 millones de euros, es decir, 12 millones de euros.
El problema para el financiero es que, con las bajadas en las bolsas, se ha encontrado con un valor de su patrimonio muy por debajo de su valor anterior.
El financiero volvió al tribunal para pedir una reducción y los jueces rechazaron su petición negando cambiar el acuerdo firmado. Es decir, que después de pagarla lo que le debe, le quedará muy poco para el.
Ahora tenemos una ex mujer bastante rica y un financiero bastante más pobre.
Lo que sorprende es que haya acordado pagarla un monto concreto y no un porcentaje. ¿Hubiera dicho algo si los mercados hubieran subido?
Vía | Times of London (en inglés)