Informándome vi que no era una leyenda urbana y que efectivamente existía una empresa china interesada en invertir en el equipo donostiarra. Era un pequeña compañía de capital riesgo llamada Light House Consulting Limited cuya cabeza visible es el guipuzcoano Iñaki Badiola. La empresa deseaba tomar una participación del 30% en la Sociedad Anónima Deportiva vasca y encargarse de la gestión.
Tan mala es la situación de la Real Sociedad que muchos aficionados y medios de comunicación recibieron con los brazos abiertos la propuesta asiática. Otra explicación es que el síndrome Abaramovich se haya extendido por la bella Easo.
La Real Sociedad no tiene un accionista mayoritario como le ocurre al Betis, Atlético de Madrid o Ciudad de Murcia. Existe una limitación del 2% en la participación de capital detentada por una única persona. Algo similar a la ocurre en muchas empresas donde los derechos de voto están limitados.
Dicho límite no impide la concentración ya que 50 inversores podrían controlar la totalidad de la SAD. Pero si la empresa china tomara una participación del 30% sólo serían necesarios 11 accionistas para detentar la mayoría del capital. Viendo la resistencia de los pequeños accionistas del Manchester United o la iniciativa de MyFootballClub, llama la atención que se plantee dar el control del equipo a un grupo inversor. Si los aficionados quieren dar la gestión del equipo a la empresa china pueden elegirle como presidente. Pero si la empresa lo que quiere es obtener una rentabilidad financiera no le valdría esa fórmula. Entonces es lógico que desee una participación accionarial para repetir la jugada que Glazer realizó con el Manchester United y aprovechar las posibilidades del fútbol profesional.
Pero existen otras alternativas como la del gerenciamiento argentino o las sociedades mixtas portuguesas. La clave está en preservar la posibilidad de echar al gestor de la SAD. Si ceden el capital ya no lo podrán hacer de manera irrevocable.
Aunque la situación actual parezca imposible de empeorar para los aficionados realistas, sólo tienen que recordar los casos de equipos históricos que terminaron en procesos concursales y en tercera división. O pueden mirar el caso del Corinthias brasileño que vendió su alma por unos millones y se quedó sin alma y sin millones.
En los últimos días, el asunto ha sufrido un importante giro. Iñaki Badiola que se mostraba como el representante de la empresa china ha decidido presentarse como candidato a la presidencia de la Real Sociedad, ha renunciado a adquirir acciones y ha solicitado el apoyo de los pequeños accionistas. Habrá que estar atentos a las novedades del culebrón donostiarra.