El pasado 1 de julio las redes sociales volvieron a conmemorar un día que seguro que para muchos no tiene ningún sentido, el Día de Bobby Bonilla. Un nombre que para muchos no significará nada, pero para los fans del beisbol sí lo tiene, y tiene detrás una historia de las que dan para el guión de una película.
Bobby Bonilla es un exjugador de la liga de beisbol americana que tuvo una fructífera carrera durante 15 años y cuyo final es uno de los más atípicos del mundo del deporte y que, a largo plazo, le va a resultar más rentable que muchos productos de inversión.
Bonilla fue durante años el jugador mejor pagado de la liga, cobrando 5,9 millones de dólares cada año, un caché que en buena medida sigue percibiendo a día de hoy a pesar de que lleva retirado 20 años.
Porque Bonilla terminó de forma abrupta su carrera cuando su equipo, los Mets de Nueva York, prescindió de él en el año 2000 adeudándole 5,9 millones de dólares de contrato del año que le quedaba.
Una cantidad que el jugador va a recibir multiplicada por cinco, pues el acuerdo al que llegó con los Mets le garantiza cobrar casi 30 millones de euros de aquí a 2035. Es decir, que por ese año que le adeudaba el equipo neoyorkino al rescindir su contrato recibirá un interés anual del 8%, un porcentaje que pocos productos dan hoy en día y de forma tan estable y fija.
La importancia de los intereses generados
¿Cómo ha logrado Bonilla este jugoso acuerdo? Esto ha podido darse así y que el expelotero vaya a percibir más de un 1 millón al año hasta 2035 porque cuando se rompió el contrato con los Mets en el año 2000, la deuda de los 5,9 millones pendientes quedó en el limbo.
Hasta que en 2011, Bonilla y su agente estuvieron muy acertados al negociar con los Mets cómo cobrar esa cantidad, pues eligieron cobrarlo escalonadamente hasta 2035, con todos intereses generados. Una jugada, nunca mejor dicho, redonda.
Este acuerdo muchos lo han tachado de un timo del jugador a su ex equipo al sacarle todo ese dinero, pero lo que realmente hizo Bobby fue dejar esos casi 6 millones a los Mets durante 11 años, con los que el conjunto neoyorkino tuvo cash para acometer otros fichajes y mejorar su plantilla o subir la ficha a otras estrellas. Por lo tanto, hablamos de un préstamo simple con un interés del 8%, nada más.
De este modo, Bobby Bonilla ha logrado quizá el mejor contrato de la historia del deporte, pues le ha reportado beneficios hasta 20 años después de haberse retirado. Un caso paradigmático que lo que realmente hace es dar una lección de inversión a muchos.