El bono social eléctrico va a sufrir una reforma, debido a la sentencia del Tribunal Supremo del año pasado que cerraba un capítulo de múltiples pleitos entre las eléctricas y el Estado. En la reforma del mismo se rumoreó en múltples ocasiones que las familias numerosas se quedarían fuera, pero finalmente no ha sido así.
Antes de continuar me gustaría aclarar que mi familia es numerosa y que me voy a beneficiar de esta medida, pero no me parece justa. Igual que tampoco me parecía bien la desgravación por vivienda, ya que era muy regresiva, y me beneficié de ella.
¿Qué es el bono social?
En 2009 el Gobieno aprobaba el bono social eléctrico, que es básicamente un descuento de al menos un 25% en la factura de la luz para aquellos que cumplían una serie de requisitos. La idea era que las personas en situación de exclusión pudieran permitirse un bien de primera necesidad como la electricidad a un precio más conveniente.
Sin embargo lo curioso de este bono social es que no venia financiado por los Presupuestos Generales del Estado. Lo pagaban directamente las compañías eléctricas. Y claro, denunciaron y ganaron varias veces. Es lógico, la política social tiene que financiarse vía Presupuestos, independientemente de que luego ese dinero provenga de los impuestos que paguen, entro otras, las empresas eléctricas.
El coste de este bono son aproximadamente 200 millones de euros al año que ahora, debido a la última sentencia, deberá asumir el Estado. Y es cuando vienen las reformas al bono social.
Las familias numerosas
En el anterior modelo de bono social había varias formas de acogerse a él sin tener una renta baja. Una era tener contratada una potencia baja, menos de 3 KW. Otra era ser familia numerosa.
Con la sentencia el Gobierno anunció sus intenciones de eliminar los que se podían acoger sin límite de renta, y tiene sentido. Ahora que el Estado iba a pagar la factura (al menos un 25% de la misma) tiene sentido enfocar el dinero donde realmente se necesita.
Por tanto las familias numerosas se quedarían fuera, al menos todas. Cuando lo anunciaron, y viendo que el Gobierno estaba en minoría en el Parlamento, me temí que no lograrían hacer algo tan impopular a pesar de ser lo correcto. Y efectivamente así ha sido.
El nuevo borrador de bono social
El nuevo bono social tiene límites de renta. Estos son más altos cuantos más hijos se tengan, ya que el consumo de electricidad es mayor cuantos más miembros hay en la familia. Pero una vez que se llega a los tres hijos (es decir, a familia numerosa) ya no hay límite de renta (de hecho es el único caso en el que no hay límite de renta)
Esto es, una pareja con dos hijos tendrá un descuento del 25% de la factura eléctrica solo si las rentas de la unidad familiar están por debajo de los 18.637 euros brutos. Pero si hay tres hijos da igual que las rentas sean 10.000 o 100.000 euros, todas tienen descuento.
La clave: las ayudas no deben ser indiscriminadas
Aunque suena muy bien apoyar económicamente a las familias numerosas, las ayudas tienen que ir enfocadas a quien las necesita realmente. Se podría haber puesto un límite de renta superior para las familias numerosas (es cierto que normalmente están en más riesgo de exclusión) y o bien la factura para el Estado habría sido menor o bien se podría cubrir más a la gente con carencias severas.
Pero suena mejor el titular de que el Gobierno apoya a las familias numerosas, cuando realmente un descuento en la factura eléctrica del 25% es muy poca ayuda y dispersa el presupuesto que debería ir enfocado a quien realmente lo necesita.
Es el chocolate del loro si queremos fomentar la natalidad
Todos sabemos que hay que fomentar la natalidad en España o tendremos problemas muy serios en las pensiones. Y las familias numerosas contribuyen a aumentar la natalidad, es obvio. Por tanto deben recibir apoyos públicos para estimular este tipo de familias.
Pero el bono social eléctrico no es un apoyo que fomente la natalidad. Su función es permitir un derecho básico a quien no se lo puede permitir. Si realmente queremos fomentar la natalidad habría que aumentar los permisos de paternidad y maternidad y ofrecer ayudas específicas económicas por cada hijo que se tenga (desde luego mucho más de lo que se hace ahora).
Esto, por supuesto, tiene un coste mucho más alto que el bono social y el Gobierno prefiere el titular fácil antes que afrontar los vedaderos costes que tiene fomentar la natalidad. Pero la realidad es tozuda, por mucho que nos venga bien el dinero que nos ahorraremos las familias numerosas en la factura de la luz, no va a cambiar la situación de la natalidad en España.
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