Hace unos días, mi hermana me manifestó que en las próximas elecciones generales castigaría a Zapatero por la ley antitabaco que le supone a ella pasar frío en la calle mientras calma su adicción a la nicotina. Sin embargo, quizás Zapatero recupere el voto de mi hermana gracias al contenido de la nueva reforma del IRPF que se está planteando el Gobierno, y que consiste en la elevación del mínimo exento de forma sustancial.
En concreto, se trataría de subir el mínimo exento fijado en 3.400 euros hasta una cantidad por encima de los 10.000 euros. Esta acción, supondría que cerca de cuatro millones de contribuyentes tuvieran un tipo impositivo del 0%, lo cual, siempre es algo a agradecer en un momento como en el de las elecciones, ¿no?. Cuando me enfrento al análisis de este tipo de noticias, siempre me viene a la cabeza la misma pregunta: “En términos de intención de voto, ¿cuál es el efecto de estas medidas sobre el electorado?”. Lo cual, traduciéndolo al contexto actual que vivimos en materia política, puede suponer el preguntarse por el efecto “cortina de humo” que pueden tener las medidas que tocan directamente el bolsillo del ciudadano sobre determinadas acciones del Gobierno que hayan producido cierta desazón.
En el caso de mi hermana, ¿es mayor el agrado que supone no pagar a Hacienda que la incomodidad de fumar en plena calle con tres grados centígrados de temperatura? ¿Acabará votando mi hermana a Zapatero?
Vía | El Mundo